Santo Domingo. El Partido Revolucionario Moderno se está convirtiendo en lo que fue el PLD, los nombramientos de familiares directos confirman que no existía en la propuesta presentada en las pasadas elecciones una verdadera voluntad de cambio.

Los nuevos nombramientos incluyen a Katherine Estela Peña Rodríguez, hermana de la vicepresidenta Raquel Peña, como cónsul dominicana en Sevilla, España.



No es el hecho de si están capacitados o no para asumir los puestos, es que es el colmo del descaro, por citar un caso, ligada a una misma familia Orlando Jorge Mera es Ministro de Medio Ambiente, su hijo Orlando Jorge llegó al congreso como diputado por elección del voto popular, pero su hermana, Dilia Leticia, fue designada como Viceministra en la Presidencia, con despacho en el Palacio Nacional, ahora sale el nombramiento de su esposa Patricia Selma Villegas García, como embajadora extraordinaria plenipotenciaria de gobierno dominicano en Brasil.



Sonia Guzmán, embajadora dominicana en Washington, su hijo Iván Hernández Guzmán, director del Instituto Nacional de Inespre.

Milagros Germán fue designada como vocera de la Presidencia y encargada de la Dirección General De Comunicación y su hija Milagros De Camps fue nombrada viceministra de Cooperación internacional de Medioambiente, pero su hermano, Luis Miguel de Camps asumió como Ministro de Trabajo.

Josefa Castillo, quien ganó como diputada por la circunscripción 03 de la provincia Santo Domingo no quiso ocupar la curul, se fue a buscar el botín en la Superintendencia de Seguros, no obstante a eso consiguió que le nombren un hijo Omar García Castillo, como subdirector del Servicio Nacional de Salud (SNS), no se conforma con esto, ahora quiere dejar la curul a otro de sus hijos en la Cámara de Diputados, pero su nuera Kimberly Taveras es la Ministra de la Juventud.

Estas actuaciones eran justamente la crítica fuerte del Partido Revolucionario Moderno hacia el Partido de la Liberación Dominicana y hoy repiten la misma historia de nepotismo, tráfico de influencias y abuso de poder. ¿Cambio?, ¿Cambio de qué?