Se estima que para 2021 existan hasta 438 millones de conexiones 5G, y que para 2024 el 40% del mundo esté cubierto por esta tecnología, de acuerdo con Leftronic y Statista. Pero, más allá de una mayor velocidad y menor latencia, ¿cuál es la realidad detrás del 5G y en qué se diferencia del 4G?

Para entender lo anterior, pensemos un momento en la evolución de la conectividad, la cual es bastante amplia, ya sea desde proporcionar acceso a Internet hasta impulsar infraestructuras complejas.



Las ciudades inteligentes, por ejemplo, conectan todo, desde teléfonos inteligentes, hogares y automóviles hasta sistemas de tráfico y recolección de basura mediante el Internet de las Cosas (IoT). Pero, con un número creciente de dispositivos y una explosión de datos, surge la necesidad de nuevos niveles de rendimiento de la red.

Las tecnologías inalámbricas (Bluetooth, WiFi, 3G, 4G) se basan en compensaciones de rendimiento con los dispositivos del IoT que se encuentran en sus redes. Sin embargo, la tecnología 5G ofrece un mayor nivel de rendimiento para una sociedad cada vez más interconectada, debido a que alcanza 10 gigabits por segundo -100 veces más rápido que la tecnología 4G-.



¿Cómo se traduce esto en la vida cotidiana? Por ejemplo, la descarga de una película de alta definición a través de una red 4G toma 50 minutos en promedio y con 5G tan sólo nueve.

Transmitir una película en un teléfono inteligente y conducir un automóvil conectado, exigen diferentes niveles de conectividad que no siempre están disponibles con 4G. La segmentación de la red que proporciona la tecnología 5G puede resolver esto, ya que facilita la división de la red para adaptar la velocidad, la capacidad, la cobertura, el cifrado y la seguridad, reasignando recursos de un «segmento» de red a otro.

Pensemos en los departamentos dentro de un edificio, donde cada inquilino tiene una llave específica que les permite ingresar sólo al lugar autorizado; así, cada segmento de red dependerá de un «segmento SIM» específico, también conocido como «sSIM», que se almacenará en su SIM 5G.

Un mejor rendimiento con la tecnología 5G también significa una menor tasa de latencia (el retraso entre el envío y la recepción de información).

Para la tecnología 4G, esto es 200 milisegundos, no muy lejos de los 250 milisegundos que tardan los humanos en reaccionar a los estímulos visuales. La tasa de latencia de la tecnología 5G es significativamente menor: sólo 1 milisegundo.

El uso de redes 5G para enviar y recibir información con tanta rapidez ayudará en el desarrollo de nuevos servicios y dispositivos, en particular en cuanto a los vehículos conectados y a la información de vehículo a vehículo, juegos de realidad virtual, operaciones quirúrgicas remotas y softwares de traducción.

Otra ventaja de la tecnologia 5G se refleja en el rendimiento de los dispositivos IoT, ya que la duración de la batería de dispositivos de bajo consumo podría aumentará hasta 10 años, ya que el consumo de energía de la red podría reducirse en un 90%.

MAYORES OPORTUNIDADES IMPLICAN MAYOR SEGURIDAD

Sin duda todos los beneficios de la red 5G implican un nivel correcto de seguridad ya que, si bien se verá un despliegue más amplio de redes móviles privadas y un mayor acceso a la red por parte de proveedores externos, también aumentará las oportunidades para los hackers.

Y esto debe poner a trabajar en conjunto a los países, proveedores, operadores de red y reguladores, a fin de garantizar soluciones que mitiguen esos riesgos.

Por ejemplo, actualmente la Unión Europea ha pedido un diálogo entre estas partes para encontrar e implementar acciones que provean la seguridad necesaria, y ha empezado a trabajar en un Reglamento de Privacidad Electrónica (ePR) para la protección de las personas en las comunicaciones electrónicas. Esto se puede lograr, por ejemplo, mediante la seudonimización y el cifrado de datos personales. Una vez más, la SIM 5G juega el papel de protector de la privacidad del usuario.

Por lo tanto, a medida que los consumidores miren hacia el futuro, la tecnología 5G será más que un Internet móvil más rápido, ya que ofrece nuevos niveles de conectividad y una mayor confianza en un ecosistema más amplio.

Por: Héctor Cano, director de ventas para México, Centro América y el Caribe para Soluciones de Conectividad Móvil, Thales