Vladimir Potanin, principal accionista del gigante minero Norilsk Nickel, nuevamente figura en el ránking de la revista Forbes como el ruso más rico, en tanto su empresa está siendo multada con enormes montos por contaminación.
La fortuna del hombre más rico de Rusia ha superado los 30.000 millones de dólares (unos 25.000 millones de euros). De acuerdo al medio local RBK, jamás un ruso ha sido tan rico.
Esta estimación de su fortuna es consecuencia del alza desde hace un año de las acciones de Norilsk Nickel en un 40%. Potin posee el 34,54% de los títulos de este grupo.
El gigante de la minería se ha beneficiado de una fuerte alza de los precios de los metales no ferrosos, como el níquel y el paladio, de los que este grupo ruso es el mayor productor mundial. El níquel se utiliza en particular para los vehículos eléctricos, y su demanda aumenta en todo el mundo.
Pero esta minera es una de las mayores contaminadoras de Rusia, de acuerdo a oenegés especializadas, y el año pasado provocó un desastre en el Ártico.
A fines de mayo de 2020, 21.000 toneladas de combustible fueron derramadas en varios ríos tras la rotura de un tanque de una central térmica perteneciente a una empresa de Norilsk Nickel.
Esta contaminación provocó una enorme marea cerca de la ciudad ártica de Norilsk, que incluso era visible desde el espacio.
A comienzos de febrero, la justicia condenó al grupo a pagar una multa récord de 146.200 millones de rublos (unos 1.600 millones de euros, casi 2.000 millones de dólares) a las autoridades de la Federación rusa.