En un ajustado final que decidió el veterano Chris Paul, los Phoenix Suns derrotaron el sábado 84-80 a Los Angeles Clippers en su cancha y se avanzaron 3-1 en esta final de la Conferencia Oeste de la NBA.

Los Suns necesitan solo una victoria más para clasificar a sus primeras Finales de la NBA desde 1993, cuando cayeron ante los Chicago Bulls de Michael Jordan.



En un partido lleno de tensión, nervios e imprecisiones, los Clippers llegaron a estar solo un punto por debajo (79-78) a falta de 13,2 segundos, pero Chris Paul sentenció a su exequipo desde la línea de tiros libres.



«Fue un partido muy emocional y muy loco», dijo Paul. «Aún nos falta mucho pero se siente bien ganar este partido (…) Fue un ambiente duro».

La figura de los Clippers, Paul George, anotó 23 puntos con una estadística de 5/20 mientras los Suns contaron con un colosal DeAndre Ayton, que sumó 19 puntos, 22 rebotes y cuatro tapones, adueñándose de ambas pinturas.

El escolta Devin Booker anotó 25 puntos y Chris Paul, recuperando el ritmo tras su cuarentena por coronavirus, otros 18 puntos y 7 asistencias para que los Suns volvieran a la senda del triunfo tras la derrota del jueves.

«Ganar un partido ante esta multitud, fue una muestra de carácter de nuestros chicos (…) DeAndre fue el catalizador esta noche», dijo el técnico Monty Williams.

Phoenix tendrá el lunes en su cancha la primera oportunidad para clasificar a las Finales, donde enfrentaría a los Atlanta Hawks o los Milwaukee Bucks.

Tras terminar segundo del Oeste en la fase regular, los Suns están maravillando en sus primeros playoffs en una década, en los que eliminaron a Los Angeles Lakers, vigentes campeones, y los Denver Nuggets.

Los Clippers, por su parte, siguen pagando la ausencia por lesión en esta serie de su estrella, Kawhi Leonard.

El equipo angelino ha llegado a la primera final de conferencia de su historia con el tanque de energía en reserva, con más partidos y menos descanso que Phoenix, lo que se notó en un errático último cuarto en el que desperdiciaron numerosas oportunidades para ponerse por encima en el marcador.

«No hay excusas a estas alturas de la temporada. Puede haber cansancio pero tenemos que competir», dijo el técnico angelino, Ty Lue.

«Tuvimos la oportunidad de ponernos en cabeza en 12 posesiones», lamentó. «Es frustrante después de remontar 16 puntos (…) Tuvimos muchos tiros y no los metimos. Pero es parte del juego».

 

– Paul decide ante su exequipo –

 

Tras ver rota su racha de nueve victorias seguidas, los Suns impusieron un ritmo más fuerte al inicio del juego, que derivó en un primer parcial a su favor de 12-2.

Con el apoyo y la presión del Staples Center, los Clippers intentaban compensar su ineficacia ofensiva con ventajas en la batalla psicológica.

Paul George protagonizó varios encontronazos con el joven Booker, quien al descanso se quitó la máscara protectora que usaba por el fuerte golpe en la nariz del segundo juego.

«Si lo necesito, ya tendré cirugía en verano», dijo después el escolta, que no se logró acostumbrar a la protección.

DeAndre Ayton (2,11m) castigaba el ‘small ball’ (jugar sin pívots) angelino tanto en el rebote como culminando contraataques conducidos por Chris Paul.

El pívot de 22 años, que fue cuestionado como número uno del Draft de Luka Doncic y Trae Young, está despuntando en estos playoffs como uno de los hombres altos con más futuro en la liga.

Los Clippers llegaron al descanso con unos ínfimos 36 puntos (por 50 de Suns), igualando su peor marca en un juego de playoffs, y un nefasto 4/22 en triples (18,2%).

Los Suns vieron reducida su ventaja en un tercer cuarto en el que los Clippers apretaron las dientes para aferrarse a la eliminatoria.

El base Reggie Jackson apareció como socio ofensivo de Paul George y los angelinos se pusieron a solo un punto de distancia (66-65) a las puertas del cuarto final.

En pleno último cuarto, ambos equipos entraron en cortocircuito y pasaron casi cuatro minutos sin que se moviera el marcador.

Chris Paul acabó con la sequía con una espectacular asistencia para volcada de Ayton, quien fue clave para mantener la pequeña ventaja de los Suns con sus rebotes ofensivos (9 en total).

En un errático final, Paul George y DeMarcus Cousins fallaron tiros libres a la desesperada pero los rebotes siempre caían del lado de Phoenix y Chris Paul mantuvo la sangre fría desde la línea de personal.

A sus 36 años, el base celebró un triunfo que lo pone a las puertas de sus primeras Finales en la misma cancha donde lo intentó en vano durante seis temporadas (2011-17).