Abuso de poder, robo, estafa y engaño es lo que han vivido 7 familias que creyeron alguna vez en la ilusión de tener un hogar. Un nombre sale a relucir como responsable directo de la denuncia: Ramiro Andre Matos Matos, un militar y empresario que prometió entregar un edificio de 8 apartamentos que albergaría los sueños y esperanzas de estas familias que con gran sacrificio pusieron el empeño en tener un techo digno.



Casi 8 años han pasado desde que Ramiro prometió cumplir en un plazo prudente con la entrega del edificio que inició su construcción en el 2011 y con 26 millones de pesos como adelanto, que representa el pago casi completo de estas viviendas.

Los querellantes identifican al estafador como nieto de un ex ministro de las Fuerzas Armadas, Ramiro Matos González. El Edificio de apartamento Residencial Perla, se encuentra ubicado en el Milloncito del Distrito Nacional y fue construido a través de la compañía INVERMATFE, Inversiones Matos Feliz, SRL (propiedad de los señores Ramiro André Matos Matos y su madre Ana Matos, ambos militares activos del Ejército Nacional.



La estafa no solo radica en no haber entregado los apartamentos sino también que Ramiro Matos llegó a vender 2 veces uno de los apartamentos caso por el cual está también sometido por el delito de estafa y por la que existe una orden de arresto a su nombre sin tener claro su paradero a pesar de ser buscado en varias ocasiones a su casa por la Policía Nacional y al Ejército Nacional.

El Sr. Matos Matos constituyó además a espalda de los adquirientes el régimen de condominio realizando una hipoteca en primer Rango a cada unidad por un monto de
RD$4,375,000 millones de pesos a nombre de INVERSIONES LIRIUM SRL propiedad.

De otro militar Zoilo Hernández, una clara entramada de estafa, robo y engaño a Juan Félix Sangiovanni y Flavia Vargas de San Giovanni; Aura Reyes y Edward Medina; Fernando Sánchez y Bianca Alderete de Sánchez; Víctor Ramos y Gabriela Herrera; Cristian Maldonado y Sonia Hernández;, Fernando Peña y Ángela De Peña; Elsa Peña y Carlos Vargas y que los deja sin las fuerzas, las esperanzas y el dinero invertido en este proyecto en el que albergaban el deseo de convertir en hoga.