Dos cohetes se lanzaron el jueves al amanecer contra la Zona Verde de alta seguridad de Bagdad, donde se encuentra la embajada de Estados Unidos, sin causar víctimas o daños, indicó a la AFP una fuente de seguridad iraquí.
El ministerio del Interior confirmó «la caída de un cohete cerca de la mezquita al Rahman en el barrio Mansur de Bagdad», un sector residencial situado cerca de la Zona Verde, y denunció acciones que «representan una amenaza para los ciudadanos».
Los ataques contra intereses estadounidenses, casi diarios desde principios de julio, se hicieron menos frecuentes desde hace tres semanas.
La última operación remonta al 24 de julio, cuando un dron atacó una base militar en el Kurdistán, sin causar desperfectos.
Estos ataques se atribuyen habitualmente a los grupos armados proiraníes que exigen la retirada de las tropas extranjeras de Irak.
Los disparos de cohetes contra la Zona Verde llegan cuando el primer ministro iraquí, Mustafa al Kazimi, regresa de Washington, donde obtuvo el anuncio del «final de la misión de combate» de Estados Unidos en Irak.
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció una «nueva fase» para los 2.500 militares desplegados en Irak, con una misión centrada en la formación de tropas y el intercambio de información.
Pero no anunció ninguna retirada.
El brazo político de la coalición pro-Irán celebró el anuncio, pero no así los grupos más radicales.
En un comunicado publicado el miércoles, un denominado Comité de Coordinación de las Facciones de la Resistencia Iraquí denunció una «manipulación destinada a prolongar la presencia estadounidense en Irak».
El texto exige la marcha de todas las tropas extranjeras y la transferencia de las bases militares de la coalición internacional al ejército iraquí. «La resistencia mantendrá sus acciones hasta una retirada real», agrega.
La coalición internacional desplegada en Irak cuenta con 3.500 soldados, entre ellos los 2.500 estadounidenses.
Esta coalición liderada por Estados Unidos busca desde 2014 ayudar a las fuerzas iraquíes en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), al que oficialmente derrotaron en 2017 aunque sigue habiendo células durmientes.