El rostro que pueden ver aquí, es una versión mejorada de la única fotografía que se conserva de Juan Pablo Duarte, un daguerrotipo tomado cuando nuestro patricio contaba con 60 años de edad, la dichosa fotografía fue tomada por el fotógrafo venezolano Prospero Rey en 1873, tres años antes de su muerte.
Esta es una fotografía de cuerpo completo, donde vemos a un Duarte acabado fruto de su enfermedad, va vestido elegantemente, aunque por su delgadez (fruto de los achaques), la ropa le queda grande, lleva también un bastón.
Entre 1880 y 1884, el ayuntamiento de Santo Domingo mantiene contacto con las hermanas Rosa y Francisca Duarte, con el propósito de obtener de ellas una copia de aquella fotografía, la única que existe del Padre de la Patria.
José María Pichardo, quien fungía como sindico de Santo Domingo en aquel entonces, escatimaba esfuerzos para obtener de las hermanas, no solo la dichosa fotografía, sino, además, los restos del patricio. En la actualidad, la familia Mejía-Ricart mantiene en su poder, la más antigua copia que se conserva de aquella fotografía, aparentemente, esta copia la obtuvieron de Fernando Arturo Meriño, quien la recibió del propio Duarte.
La foto original, fue enviada por las hermanas Duarte al síndico José María Pichardo, quien se la cedió más tarde al historiador José Gabriel García, la fotografía se encuentra en la actualidad en el Archivo General de la Nación.
En 1883, llega desde Venezuela con una copia de esta fotografía, Prudencio Diez, tío de Duarte, y la muestra a todo el mundo. Curiosamente, muchos de los que conocieron a Duarte en su juventud, como Jacinto de la Concha, Félix María Ruíz, Félix María del Monte, Alejandro Bonilla, Juan Alejandro Acosta, están vivos. Todos quedaron asombrados por la transformación de su viejo compañero.
Los años y las enfermedades habían cambiado la fisionomía de Duarte. La fotografía no gustó para nada. Por eso, el pintor Alejandro Bonilla decidió pintar a Duarte tal y como ellos lo habían conocido años atrás. Un Muchacho saludable y fuerte de 31 años.
La pintura de Bonilla gustó, una copia fue enviada a los hermanos sobrevivientes de Duarte, Rosa, Francisca y Manuel. Dieron su aprobación. Más tarde, la pintura fue mostrada a la anciana Prudencia Lluberes, ex novia de Duarte, quien cuando vio la pintura, dijo: “Ese es Juan Pablo, está hablando”. En todo caso, el Congreso Nacional le concedió a Alejandro Bonilla los derechos de ser el único con la facultad de hacer retratos de Duarte durante 10 años.
Esto provocó un conflicto, puesto que menos de un año después, Abelardo Rodríguez Urdaneta crearía uno para el ayuntamiento de Santiago, este cuadro pintado por Abelardo en 1890, redefiniría el concepto que nosotros tenemos del rostro de Duarte, tanto así, que toda recreación del rostro de Duarte será apreciada o rechazada, en la medida que se acerque o se aleje del cuadro hecho por Abelardo. Este cuadro, molestó bastante a Bonilla, y como él tenía permiso exclusivo para hacer retratos de Duarte, el pleito fue a parar a los tribunales. No abordaré mucho sobre este pleito, voy a dejarlo para después, probablemente publique todo lo concerniente en mi cuenta de Instagram a través de imágenes.
En 1913, Abelardo haría una escultura de Duarte, basándose por supuesto en su pintura, que había gustado tanto, pues, cuando Federico Henríquez y Carvajal vio aquella escultura, exclamó: “Al fin he visto a Duarte”. Bonilla es quien introduce los dos cachitos de moño que caracterizan a Duarte, Abelardo seguiría reproduciendo esta forma característica de Duarte peinarse, sin embargo, Bonilla omitió las patillas que Duarte solía llevar en su juventud, de modo que, no lo reproduce del todo perfecto, sino que se toma ciertas libertades.
El historiador José Gabriel Atiles Bido ha hecho un trabajo muy bueno sobre el rostro de Duarte en Facebook, afirma tener un libro inédito listo para publicar abordando el tema.
Créditos:
Texto: Edwin J. Peña.
Fotografía o imagen principal: Carlos Manuel Ruiz Fernández para Protectores de nuestro patrimonio historico
La publicación original de Carlos Manuel Ruíz Fernández para Protectores de nuestro patrimonio historico dice: Utilizamos la aplicación Remini para poner en alta definición y a la disposición de todos nuestros contertulios de Protectores de nuestro Patrimonio Histórico, la única fotografía del Padre de la Patria y Fundador de la República, cuando éste tenía 60 años de edad, la cual fue captada por el fotógrafo Próspero Rey.