Estados Unidos y China libran un pulso sobre el futuro de la misión de la ONU en Haití que expira el viernes, en el seno del Consejo de Seguridad del organismo internacional.

Haití depende de Estados Unidos en el Consejo. Una exembajadora estadounidense, Helen La Lime, es la emisaria de la isla ante la ONU.



Pero la adopción de una resolución sobre la prolongación de su misión política en el país en crisis prevista este jueves no ocurrió como previsto, debido a complicaciones en las negociaciones con China.

«Si mañana los chinos pudieran cerrar la oficina de Naciones Unidas (en la isla), lo harían», comentó un diplomático que pidió el anonimato. Pekín es el segundo contribuyente financiero de la ONU y se comporta como Estados Unidos lo hizo bajo la administración del expresidente Donald Trump, agregó.



Según varias fuentes consultadas por la AFP, un motivo que no invocó China durante las discusiones en la ONU es el reconocimiento de Taiwán por Haití, que enfureció a Pekín.

En junio, China rechazó un proyecto de declaración del Consejo de Seguridad sobre Haití propuesto por Estados Unidos que lamentaba «el deterioro de la situación política, alimentaria y humanitaria» en el país.

En negociaciones recientes y sin declararse «en contra» de la misión de la ONU, los chinos se mostraron muy críticos. «La ONU no hizo nada, todo lo que invertimos fue a pérdida» en ese país, dijeron, según una fuente diplomática.

La misión china ante la ONU no quiso comentar la situación.

Pekín reclamó recientemente una reconducción del mandato de la ONU únicamente por seis meses, según diplomáticos, para presionar a Haití, hundido en la crisis tras el asesinato en julio del presidente Jovenel Moise.

La isla prevé elecciones, en el mejor de los casos, para el segundo semestre de 2022.