Berlín, Alemania. Los glaciares montañosos, que se funden bajo el efecto del calentamiento del planeta, contienen menos agua de lo que pensaban los científicos, según un estudio publicado el lunes que señala riesgos en regiones como los Andes.

«El descubrimiento de que hay menos hielo es importante y tendrá consecuencias para millones de personas en todo el mundo» explica en un comunicado uno de los autores, Mathieu Morlighem, de Darmouth College en Estados Unidos.



Los glaciares están en constante movimiento, y se derrumban bajo su propio peso. Hasta ahora «no conocíamos exactamente la velocidad» con la que se mueven, explicó a la AFP el autor principal del estudio, Romain Millan, del Instituto de Geociencias del medio ambiente en Grenoble (Francia).

Con la ayuda de centenares de miles de imágenes satélite de glaciares y de su modificación, los investigadores han conseguido crear un atlas en el que se deduce el espesor del 98% de los más de 200.000 glaciares montañosos del planeta (lo que excluye los glaciares más extensos, los que se hallan al borde de los casquetes polares).



A nivel mundial, los resultados publicados en Nature Geoscience demuestran que esos glaciares son menos espesos de lo que se pensaba.

«Si todos los glaciares de montaña se fundieran, eso significaría que su aporte a la elevación del nivel del mar sería un 20% menos importante» de lo que se pensaba hasta ahora, indica Romain Millan.

Los autores calculan que esa contribución potencial sería del orden de 26 cm.

Pero eso no es una buena noticia, ya que de por sí, los glaciares del círculo Ártico contienen suficiente agua para elevar el nivel de los océanos unos 13 metros.

En cambio, el impacto es potencialmente devastador para las poblaciones que dependen de los glaciares para beber o para a agricultura.

Por ello, las reservas en los Andres contienen un 27% menos de agua de lo que se pensaba.

El impacto en la cuenca de La Paz, en Bolivia, será muy importante a medida que se funda ese hielo, advierten los especialistas.

Los científicos que asesoran a la ONU en materia de cambio climático advierten que los glaciares de baja altitud como los de los Alpes podrían perder el 80% de su volumen de aquí a 2100.

Estos nuevos datos obligan a revisar esa proyección, indica Romain Millan.