Según el psicólogo clínico Stephan Poulter, basándose en características de crianza, hay cinco tipos de madres: perfeccionista, impredecible, mejor amiga, yo primero y completa; categorías que tienen que ver con cómo se relacionan con sus hijos.

De acuerdo a lo publicado por Diana Miriam Alcántara en el portal SoyCarmin, que entenderlo es importante para mejorar y fortalecer las relaciones.



Madre perfeccionista

La madre perfeccionista es aquella demasiado controladora, para quien la imagen es muy importante; es también precavida en exceso y por ende temerosa y ansiosa. Sus hijos serán muy comprometidos, confiables y persistentes, aunque llegan a sentir que las opiniones de otros son demasiado relevantes y se sienten constantemente juzgados.

Madre impredecible

Una madre impredecible se sentirá abrumada por lo que sucede a su alrededor, especialmente cuando se trata de las emociones. Su ansiedad puede ser caótica ya que se mueve según su estado de ánimo; ella crea problemas en su mente y pasa esa crisis a sus hijos. Sus hijos desarrollarán así una actitud empática y motivadora para con todos a su alrededor, por lo que se vuelven ‘cuidadores de otros’, si bien, ello puede llenarlos de por ejemplo ira o depresión.



Madre mejor amiga

La madre mejor amiga tiene a evitar el papel o rol, así que trata a sus hijos como iguales, para evitar responsabilidad, de modo que tampoco pone límites, dejando caer en ellos la responsabilidad emocional, que puede ser muy demandante. En consecuencia, los hijos de estas mujeres entenderán bien la línea entre padres e hijos; también se convertirán en líderes, pues se acostumbran a tomar control de las cosas, aunque pueden resentir esto y creerse poco valorados.

Madre yo primero

Este tipo de madre, yo primero, es ensimismada e insegura, así que no ve a sus hijos como individuos separados de ella y ellos aprenden a que tienen que hacer ‘brillar’ a su madre. Sus hijos se vuelven intuitivos y solidarios, leales y ‘resuelve problemas’. El problema es que también dudan de sí mismos y sus decisiones, porque buscan la aprobación de sus madres.

Madre completa

Se le llama ‘madre completa’ porque combina varias de las características de las otras categorías. Son emocionalmente equilibradas y ayudan a sus hijos a alcanzar sus sueños y metas. Comprometidas con la responsabilidad, sus hijos tienen iniciativa y toman riesgos, aprecian y respetan el punto de vista de los demás y disfrutan el camino hacia la independencia.