El presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo surcoreano Yoon Suk Yeol advirtieron este miércoles a Corea del Norte que si ataca sería el «fin» del régimen puesto que responderán, incluso con armas atómicas.
En una rueda de prensa posterior a una reunión en la Casa Blanca, ambos dirigentes multiplicaron las advertencias contra el vecino del norte, e hicieron hincapié en sus medios de disuasión y su «alianza inquebrantable», forjada «en tiempos de guerra y que prosperó en tiempos de paz», según Biden.
«Un ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados o socios es inaceptable y llevará al fin de cualquier régimen que tome tal acción», advirtió el presidente estadounidense.
«Podemos lograr la paz mediante la superioridad de una fuerza apabullante y no una paz falsa basada en la buena voluntad de la otra parte», afirmó Yoon, e insistió en que Estados Unidos respondería a cualquier ataque nuclear de Corea del Norte con armas atómicas.
Estados Unidos y Corea del Sur adoptaron este miércoles una «Declaración de Washington» para reforzar considerablemente su cooperación en materia de defensa, incluida la nuclear, a través de «consultas» más estrechas.
«Nuestros dos países acordaron consultas presidenciales bilaterales inmediatas en caso de un ataque nuclear de Corea del Norte y prometen responder de manera rápida, arrolladora y decisiva utilizando toda la fuerza de la alianza, incluidas armas nucleares de Estados Unidos», afirmó Yoon.
Por lo tanto Estados Unidos, que recientemente ha afianzado sus relaciones de defensa con Australia, Japón y Filipinas, fortalecerá el paraguas de seguridad para tranquilizar a su aliado surcoreano, cuando Corea del Norte ha llevado a cabo un número récord de disparos de misiles balísticos en lo que va de año.
El mensaje también va dirigido a China, a la que Estados Unidos considera su principal reto estratégico para las próximas décadas.
El presidente Yoon, en visita de Estado de seis días, llegó a la Casa Blanca entre vítores de cientos de personas y recibió honores militares. Por la noche ambos líderes asistirán con sus esposas a una cena de gala.
– Submarino nuclear –
Entre las medidas decididas en el marco de esta «Declaración de Washington» figura la escala de un submarino nuclear en Corea del Sur por primera vez en décadas.
El despliegue de este submarino equipado con misiles balísticos con ojiva nuclear será «ocasional».
Esta declaración también establece un mecanismo de consulta e intercambio de información con Seúl en disuasión nuclear.
Un funcionario que pidió el anonimato aseguró que Estados Unidos no tenía intención de estacionar armas nucleares en Corea del Sur.
Además, Seúl reitera en la declaración su compromiso de no dotarse de arsenal nuclear.
Los dos países reafirman como objetivo la desnuclearización de la península coreana.
Además de los submarinos, habrá «una cadencia regular» de otras plataformas, «incluidos bombarderos y portaaviones», pero no habrá «base para estos activos y ciertamente no para armas nucleares», agregó el funcionario.
Washington tomó la precaución de prevenir a China, que podría denunciar una nueva escalada en la región.
Según Frank Aum, del Instituto para la Paz de Washington, estos anuncios podrían tener un efecto opuesto al esperado.
«La historia muestra que reforzar las medidas disuasorias no solo no disuade los ejercicios militares norcoreanos, sino que tiende a exacerbarlos», estimó.
El presidente Yoon pronunciará el jueves un discurso ante el Congreso y almorzará con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y con el secretario de Estado, Antony Blinken.
El viernes viajará a Boston para visitar las universidades MIT y Harvard, antes de regresar a Corea el sábado.
Tras llegar el lunes a la capital, Yoon acudió el martes el cementerio de Arlington y al centro espacial Goddard de la NASA cerca de Washington. Por la noche visitó junto a Biden el Monumento a la Guerra de Corea en el centro de la capital, formado por figuras de acero a escala real de soldados que pelearon durante la Guerra de Corea (1950-1953) contra el norte comunista.