El gobierno español anunció el viernes la apertura de una investigación sobre la posible entrada de petróleo ruso en su territorio a través de terceros países, reclamando una respuesta común europea para «reforzar la trazabilidad» de las importaciones de carburante.
«Ante la menor sospecha, corresponde investigar si (…) los productos que se importan son de donde dicen que son, o si bien son de otra procedencia y ha habido algún tipo de irregularidad», explicó, en un mensaje transmitido a la AFP, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
«Esta misma preocupación» ha llevado a España a «investigar» la posible llegada a su territorio de petróleo ruso, añadió la ministra, recordando que las importaciones de carburantes vienen acompañadas teóricamente de documentos que acreditan su origen.
La Unión Europea (UE) prohibió el pasado 5 de febrero la importación de productos petrolíferos rusos a su territorio, en el marco de un nuevo paquete de sanciones adoptado en respuesta a la invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022.
Pero expertos y responsables de la industria petrolera sospechan que Rusia -que se ha volcado en otros mercados, como China e India- sigue exportando petróleo a la UE a través de terceros países, donde se oculta su origen.
«El diésel ruso sigue circulando en el mercado europeo y español», denunció el jueves Josu Jon Imaz, consejero delegado de la petrolera española Repsol, reclamando «firmeza» a las autoridades comunitarias en este asunto.
En su edición del viernes, el diario español El Mundo apunta a Marruecos, que, afirma, aumentó mucho sus importaciones de petróleo ruso en los últimos meses, al tiempo que ha empezado a exportar gasóleo a España.
Tres partidos de oposición marroquíes pidieron en su país la constitución de una comisión de investigación parlamentaria sobre las «dudas y sospechas» sobre la importación de gasoil ruso por empresas de combustible y «una posible reventa de este combustible a países que prohíben su importación».
Esta iniciativa, sin embargo, no fructificó al no haber obtenido los votos necesarios.
Según su ministerio, Ribera enviará una carta a Bruselas para exigir que se ponga «en marcha de inmediato una respuesta europea para reforzar la trazabilidad de todas las importaciones», con la obligación de un certificado tanto a la salida de las refinerías como a la de los puertos.