Las exportaciones rusas de petróleo alcanzaron en abril su nivel más alto desde el inicio de la invasión de Ucrania, 8,3 millones de barriles diarios, pese a las severas sanciones occidentales, anunció el martes la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

La organización internacional, con sede en París, indica en su informe mensual que las exportaciones rusas alcanzaron ese pico el mes pasado, pues el país no cumplió su amenaza de reducir la producción en 500.000 barriles diarios.



«Es posible que Rusia aumente sus volúmenes para compensar la pérdida de ingresos», observó la AIE.

A pesar de las sanciones internacionales contra su petróleo, Rusia logra redirigir sus exportaciones de hidrocarburos hacia otros países (China, India y Turquía) pero «parece tener algunas dificultades en hallar compradores para su crudo y sus productos petrolíferos», matiza el informe.



«En abril, las exportaciones rusas de petróleo alcanzaron un máximo posterior a la invasión de 8,3 millones de barriles diarios (incluidos los productos refinados)», según la AIE, lo que representa un aumento de ingresos de «1.700 millones de dólares», hasta los 15.000 millones de dólares.

Desde las sanciones impuestas el 5 de diciembre al crudo ruso transportado por vía marítima, está en vigor desde el 5 de febrero un segundo embargo de la Unión Europea (UE) sobre las compras de productos petrolíferos rusos, sumado a un techo de precios para estos productos aplicado por los países del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido).

En represalia a estas sanciones, promulgadas en respuesta a la ofensiva de Moscú contra Ucrania lanzada en febrero de 2022, Rusia advirtió el 10 de febrero que reduciría su producción en 500.000 barriles diarios.

El tema de los resquicios legales que permiten a Moscú mitigar el impacto de las sanciones del G7 en su economía se debatirá en la cumbre de líderes de países industrializados que se celebrará a partir del viernes en Japón.