Las ventas mensuales de cigarrillos electrónicos en Estados Unidos aumentaron fuertemente entre 2020 y 2022, impulsadas por productos descartables y aromatizados populares entre los jóvenes estadounidenses, indica un estudio publicado el jueves.

El incremento del consumo fue de 46,6% entre enero de 2020 y diciembre de 2022, pasando de 15,5 millones a 22,7 millones de unidades vendidas al mes, según una encuesta publicada por una revista de los Centros de Prevención y Lucha contra las Enfermedades (CDC), la principal autoridad de referencia en salud pública del país.



Esta tendencia sufrió una inflexión en 2022. El pico de ventas se alcanzó en mayo con 25,9 millones de unidades, antes de caer 12,3% hasta diciembre.

Se trata de un mercado que se sostiene principalmente en los jóvenes cosumidores: mientras que 4,5% de los adultos estadounidenses utilizaron estos aparatos al menos una vez al mes en 2021, el porcentaje crece a 11% en el rango de personas entre 18 y 24 años.



Entre los estudiantes de secundaria, la proporción es incluso mayor, de 14,1% en 2022, según el estudio.

«Los cigarrillos electrónicos contienen con frecuencia una fuerte concentración de nicotina» y esta sustancia muy adictiva «puede dañar el cerebro de los adolescentes, que continúa desarrollándose hasta los 25 años».

Durante el período del estudio «las ventas de (productos con) aromas que atraen a los jóvenes como los de frutas, bombones y postres, crecieron», destacó el comunicado de los CDC.

En enero de 2020, la agencia estadounidense de medicamentos y alimentos, la FDA, prohibió la comercialización de los llamados «e-cigarrillos» recargables aromatizados, y solo autorizó la venta de aquellos con aroma a tabaco y mentol. Pero sus versiones descartables parecen haber escapado a esta normativa.

«La industria tabacalera es totalmente consciente de que los aromas atraen a los niños, y que los jóvenes son particularmente vulnerables a la adicción a la nicotina», lamentó Robin Koval, titular de la ONG Truth Initiative que lucha contra el consumo de tabaco en Estados Unidos, citado en el comunicado.