Llennis Jiménez | Tres estudiantes se sientan en un banco de la escuela El Granazo, donde la calamidad empieza por tener que cruzar un puente y compartir un aula con hasta 70 alumnos, cuando la capacidad es para 30 estudiante.

El deterioro del plantel se la presenta al ministro de Educación, Ángel Hernández, la estudiante de segundo año de bachillerato, Odalisa Santos de la Cruz, quien se formó en el plantel deteriorado y ahora pertenece a la Escuela Eugenio María de Hostos.



La carta la leyó en la Cámara de Diputados el diputado nacional Juan Dionicio Rodríguez Restituyo. Narra las condiciones del centro de enseñanza ubicado en la sección de Las Cañitas del municipio Padre Las Casas y las inquietud de la joven del pueblito de la cordillera Central, situado a lo alto en la cadena de montañas que va de Constanza a Padre Las Casas, en la provincia de Azua.

“Le escribo para hablarle de las condiciones en que se encuentra la escuela de nuestra comunidad. Fue construida hace treinta años por la propia comunidad y sin ningún apoyo de los gobiernos; solo con la ayuda de la Iglesia Católica”, indica la carta dirigida al ministro de Educación y en la que le resalta que no han recibido atención de ningún gobierno y este, va por el mismo camino”.



La escuela tiene 70 estudiantes y tres maestros para todos los cursos. Llega hasta sexto curso.

“Cuando los estudiantes llegan a sexto, sus padres deciden que repitan ese curso para que no pierdan la costumbre de estudiar, por si un día las cosas mejoran, nos encuentren sentados en un pupitre”.

“Ustedes, allá en la capital y en sus oficinas, hablan mucho de la educación y pronuncian muchos discursos sobre los avances que dicen que tiene la República Dominicana en la educación. Pero tienen que venir a El Gramazo y ver nuestra realidad”, indica Santos de la Cruz al ministro de Educación.

Cuenta que los niños recorren grandes distancias, caminos peligrosos, varios pueblos; cruzan un arroyo y un puente para ir a la escuela.