Las mujeres negras embarazadas del continente americano sufren maltrato debido al «racismo generalizado» del sistema de salud, responsable de que el riesgo de morir durante el parto sea muy superior al de las blancas, por ejemplo, en particular en Estados Unidos, Brasil o Colombia, denuncia la ONU en un informe publicado el miércoles.

La mortalidad materna entre las afrodescendientes es «anormalmente alto, ya sea en términos absolutos o comparativos» con las mujeres de otros orígenes, dice el Fondo de la ONU para la Población (UNFPA) en este informe que analiza los datos de nueve países de las Américas elegidos por la proporción de la población negra y los datos disponibles (Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Panamá, Surinam, Trinidad y Tobago, Estados Unidos y Uruguay).



La mayor disparidad se encuentra en Estados Unidos, donde las mujeres afroamericanas tienen tres veces más riesgo de morir durante el embarazo o en las seis semanas posteriores al parto que las blancas. Y esta mortalidad materna «persiste independientemente de los ingresos o del nivel de educación», insiste el informe.

Las mujeres negras tienen 2,5 veces más de riesgo de morir en el parto en Surinam y 1,6 veces en Brasil y Colombia.



Esta alta mortalidad materna entre las mujeres negras en el continente americano se suele atribuir al «fracaso individual de recibir cuidados médicos a tiempo, y a modos de vida discutibles o una predisposoción hereditaria», «ideas falsas» que la UNFPA «rechaza categóricamente» y que se deben sobre todo a un «racismo y sexismo generalizados».

«La lacra del racismo para las mujeres y las jóvenes negras, muchas de ellas descendientes de víctimas de la esclavitud, continúa en las Américas», denuncia la jefa de la agencia, la panameña Natalia Kanem en un comunicado.

«Muy a menudo, las mujeres y las jóvenes de origen africano son abusadas y maltratadas, no se toman en serio sus necesidades y sus familias son rotas por muertes durante el parte que podrían ser evitadas», agrega.

En general, las mujeres y las adolescentes negras están en desventaja, «antes, durante y después de su embarazo», dice el informe.

La UNFPA arremete en particular contra los prejuicios que persisten en los currículos de la enseñanza de la medicina.

Existe la creencia errónea de que las mujeres negras aguantan mejor el dolor por lo que a menudo son privadas de anestesia durante el parto o de analgésicos porque serían susceptibles a hacerse dependientes, denuncia el informe.

Asimismo fustiga los comportamientos de maltrato verbal o físico de la mayoría del personal sanitario.

Las consecuencias de las negligencias de las que son víctimas, es que estas mujeres se enfrentan a mayores complicaciones durante el embarazo y a unos cuidados diferenciados, «que demasiado seguido llevan a la muerte».

La agencia lamenta la ausencia de datos raciales en algunos países, que hace que estas diferencias sean «invisibles».