El Kremlin acusó este martes a Ucrania de utilizar «con fines militares» el corredor del mar Negro destinado a la exportación de granos ucranianos, horas después de que Rusia se retirara de un acuerdo que permitía el paso seguro de cargueros.

«Ya no es ningún secreto para nadie, es un hecho evidente que el régimen de Kiev utiliza esta zona con fines militares», afirmó a los periodistas el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. «Es un aspecto muy importante que tampoco hay que olvidar», agregó.



Además, advirtió que continuar con las exportaciones de granos ucranianos por el mar Negro, una idea propuesta por Kiev, plantearía «algunos riesgos» en términos de seguridad.

«A falta de garantías de seguridad adecuadas, se plantean algunos riesgos», declaró Peskov, recalcando que si «se prepara algo sin Rusia, se deben tener en cuenta esos riesgos».



El lunes, Moscú rechazó renovar el acuerdo de exportación de granos alegando que no se estaba cumpliendo la parte que garantizaba las exportaciones de sus alimentos y fertilizantes.

Este martes, el portavoz del Kremlin tildó de «desvergüenza» la posición de los países europeos que, según él, no permitieron que se respetaran las condiciones del acuerdo relativas a Rusia.

«No es culpa de [António] Guterres», precisó Peskov, refiriéndose al secretario general de Naciones Unidas.

Aún así, Dmitri Peskov aseguró que Rusia está dispuesta a exportar sus granos gratuitamente a los países africanos que más lo necesiten.

Esta propuesta se discutirá, según él, durante la cumbre Rusia-África que se celebrará a finales de julio en San Petersburgo (noroeste).

Por otro lado, el Ministerio ruso de Defensa afirmó este martes que por la noche las fuerzas rusas llevaron a cabo bombardeos de «represalia» en los que se destruyeron «instalaciones donde se prepararon actos terroristas contra Rusia utilizando drones navales».

Según Moscú, esas instalaciones habrían sido utilizadas por Ucrania para preparar el ataque de la víspera contra el puente de Crimea, península ucraniana anexionada por Moscú en 2014.

El ministerio precisó que las fuerzas rusas bombardearon «el lugar de fabricación [de los drones navales] en un astillero cerca de la ciudad de Odesa» y que «alrededor de 70.000 toneladas» de carburante fueron destruidas en «instalaciones de almacenamiento» cerca de Odesa y de Mikolaiv.

Previamente, este martes, el ejército ucraniano afirmó que se habían lanzado «seis misiles Kalbir» contra Odesa y que la defensa antiaérea los destruyó, aunque la onda expansiva desencadenada y los restos de los proyectiles «dañaron infraestructuras portuarias y varias viviendas privadas».