Canadá anunció el viernes que apoyará a Estados Unidos en su diferendo con México por el comercio de maíz genéticamente modificado, en el marco del T-MEC, el acuerdo de libre comercio de América del Norte.

«Canadá participará como tercera parte en el procedimiento de resolución de controversias lanzado por Estados Unidos», declaró la ministra canadiense de Comercio Internacional, Mary Ng, en un comunicado.



«México no respeta las obligaciones en materia de estudios científicos y análisis de riesgos», afirmó Ng. Las medidas adoptadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador «podrían perturbar inútilmente los intercambios comerciales en el mercado norteamericano».

Estados Unidos anunció la semana pasada que solicitó establecer un panel de resolución de controversias con México en el marco del T-MEC por la decisión mexicana de restringir las importaciones de maíz transgénico.



En 2020 el gobierno de López Obrador prohibió producir o importar maíz genéticamente modificado desde 2024. Ante las protestas de su vecino del Norte optó por permitirlo para la alimentación de animales y procesamiento en diversas industrias, hasta que se encuentre un sustituto al grano.

Quedaría prohibido para consumo humano. Pero el país es autosuficiente en maíz blanco no transgénico, que constituye la base de la dieta de sus 126 millones de habitantes.

La concesión no satisfizo a Estados Unidos, que en junio pidió consultas formales para intentar resolver el diferendo.

A falta de una solución, el gobierno del presidente Joe Biden dio un paso más «para hacer cumplir las obligaciones de México bajo el T-MEC», afirmó la representante comercial Katherine Tai.

El gobierno mexicano discrepa y se prepara a defender su posición: «Demostrar que la regulación nacional es consistente con los compromisos suscritos y que las medidas impugnadas no tienen afectaciones comerciales» será su objetivo, afirma la secretaría de Economía.

Para ello, contará con el respaldo de la secretaría del Medio Ambiente y la comisión para la protección contra riesgos sanitarios.

Los agricultores estadounidenses presionan al gobierno de Biden, que se presenta a su reelección en las presidenciales de 2024, para que busque un arreglo.

México es el segundo comprador mundial de maíz y el 95% procede del mercado estadounidense, cuya producción es, a su vez, 93% transgénica.

El gobierno de López Obrador quiere preservar la tortilla elaborada con maíz nativo, asegurando así la conservación de la biodiversidad de las más de 64 variedades de maíz que hay en el país, de las cuales 59 son endémicas, y promover una alimentación sin transgénicos.