El vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista, Pelegrín Castillo, afirmó que el tema del canal en el río Masacre es el pretexto que se está usando para hacer una gran movida de unificación de fuerzas en Haití contra la República Dominicana.

“No nos confundamos, son muy tontos los que creen que este es un tema de un canal, esto es una provocación internacional montada deliberadamente por una serie de figuras que por un lado quieren derribar al Primer Ministro de Haití, Ariel Henry, lo han planteado líderes de la oposición. Pero también, quieren tensar las contradicciones en la República Dominicana”, expresó Castillo.



Al ser entrevistado en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo que se transmite por Antena 7, explicó que con una crisis ellos pueden viabilizar más fácilmente la solución dominicana al problema haitiano, precedida con una intervención humanitaria, tras destacar, que en eso coinciden todos los sectores haitianos con unas cuantas excepciones, y tienen que preparar el escenario para eso.

Consideró que los dominicanos deben de estar conscientes de esa situación, porque a su entender, hay fuerzas internacionales que están apostando a un escenario de conflicto para favorecer la intervención internacional en la isla de Santo Domingo y así imponer la solución dominicana a los problemas haitianos.



Enfatizó que parte del problema que está planteado en Haití viene de Estados Unidos y que es ahí donde hay un sector interesado en alimentar el conflicto, porque ha estado durante muchos años enviado armas y formando grupos.

En ese sentido, dijo que esa situación está conectada con el hecho de que hay otros sectores apoyados por Cuba y Venezuela, así como también, las potencias extracontinentales China, Rusia e Irán, interesados en que en la isla de Santo Domingo pueda estallar un escenario de conflicto.

“En Haití virtualmente no hay Gobierno, hay una situación desesperada que afecta a millones de haitianos y todo el que ha seguido esto sabe que esa crisis está concebida para trasladarla a la parte occidental de la isla de Santo Domingo”, tras insistir en que la población dominicana no puede confiar en las posiciones de las grandes potencias porque a su juicio, en el fondo están luchando por la hegemonía mundial y el Caribe vuelve a ser escenario de esa lucha de las grandes potencias.

Indicó que en este caso hay interés de intervenir en Haití por una coalición alentada por Estados Unidos y Canadá, y que en caso de que se cree una guerra civil, forzar el traslado de poblaciones hacia la República Dominicana y tratar de forzar una intervención humanitaria en la parte oriental de la isla.

“Si el liderazgo político del país sigue dando señales ambivalentes, débiles frente el problema y no presenta una posición unificada el riesgo de la que la República Dominicana pague las consecuencias de esa crisis que se ha incubado en Haití, que se ha incubado y prolongado deliberadamente, lo que es un crimen internacional de alta inteligencia, vamos a pagar como nación un precio muy caro”, deploró el político.

Considera que Estados Unidos tiene que medir bien sus pasos porque República Dominicana es el país más estable de la región y si es desestabilizado será en la isla completa, toda la región y probablemente el continente, porque va a dar inicio a un conflicto donde la responsabilidad de Estados Unidos va a estar en primer plano y también las otras potencias que de manera irresponsable están en su juego de poder.