El fabricante del exitoso videojuego Fortnite, Epic Games, y Google se vieron en una corte federal en San Francisco al inicio de un juicio sobre si el gigante de internet ejerce un poder monopólico en su tienda de aplicaciones Play Store.

Los abogados hicieron los alegatos de apertura ante el jurado, que escuchará a una serie de testigos en las próximas semanas, incluyendo el jefe ejecutivo de Google, Sundar Pichai.



Epic acusó a Google de dar la espalda a su propio lema «Don’t be Evil» («No seas malo») promocionado cuando se fundó la compañía de tecnología en 1998.

«Google ha relegado casi a un segundo plano su lema y usado su tamaño para hacer daño a los competidores, innovadores, clientes y usuarios en una serie de mercados que ha llegado a monopolizar», argumentó Epic en la demanda.



Epic demandó a Google y a Apple en 2020, acusando a los gigantes tecnológicos de abusar del control de sus respectivas tiendas de venta de aplicaciones y otros contenidos digitales para dispositivos móviles con sistemas operativos iOS o Android.

Google y Apple ganan el 30% de todas las transacciones financieras en sus tiendas de aplicaciones, lo que ha generado las quejas de desarrolladores sobre lo que califican como un «impuesto» injusto de parte de esas empresas.

Apple y Google argumentan que sus comisiones están estandarizadas en la industria y que es un pago por beneficios como alcance, seguridad transaccional y detección de software malicioso.

En 2021, Apple perdió una batalla legal contra Epic en Estados Unidos sobre este tema, pero un juez sentenció que el control ejercido por Apple en la App Store no era monopolio.

Ambas empresas apelaron el fallo.

Por su parte, Google se defiende de la acusación al destacar que los usuarios de dispositivos Android son libres de obtener aplicaciones de otras fuentes en línea diferentes a su Play Store.