El ejército ruso avanza «en todas las direcciones» en Ucrania, aseguró el viernes el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, en un momento en el que las fuerzas del país acentúan la presión en el frente oriental.

«Nuestros militares actúan con competencia y determinación, ocupan una posición más favorable, y extienden sus zonas de control en todas las direcciones», afirmó el ministro.



Las capacidades de combate de los ucranianos han sido «considerablemente reducidas» tras el fracaso de su contraofensiva estival, agregó.

Pese a que la línea del frente apenas se ha movido en 2023, los combates siguen siendo intensos, con la ciudad industrial de Avdiivka, en la periferia de Donetsk (este), prácticamente rodeada por los soldados rusos.



Los analistas consideran que Moscú ha logrado avances graduales, pero con un gran coste humano.

«Las tropas rusas están infligiendo daños de manera efectiva y firme a las fuerzas ucranianas, reduciendo significativamente sus capacidades de combate», declaró Shoigu.

El Ministerio de Defensa ruso anunció el miércoles que sus tropas habían tomado el control de Jromove, un pequeño pueblo a las afueras de Bajmut, en la región de oriental de Donetsk.

Ucrania dijo que las tropas rusas habían «incrementado considerablemente» sus operaciones en el este, pero que sus fuerzas estaban resistiendo.

Kiev lanzó una contraofensiva en junio, tras recibir ingente ayuda de países occidentales. Sin embargo, solo ha logrado pequeños avances frente a las afianzadas posiciones rusas.

Hace dos semanas, Ucrania aseguró que había hecho retroceder a las fuerzas rusas unos kilómetros en la orilla izquierda del río Dniéper, lo que, de confirmarse, sería el primer avance significativo en la contraofensiva ucraniana.