La situación que se avecina en la Franja de Gaza es «todavía más infernal», alertó este lunes una responsable de la ONU ante los bombardeos que Israel lleva a cabo en el sur del territorio y que pueden impedir la entrega de ayuda humanitaria a la población.

Desde que se reanudaron las hostilidades el 1 de diciembre tras una tregua de siete días, «las operaciones militares israelíes se han extendido al sur de Gaza, obligando a decenas de miles de personas más a huir a espacios cada vez más concentrados, con una necesidad desesperada de alimentos, agua, refugio y seguridad», declaró Lynn Hastings, coordinadora humanitaria de la ONU para los territorios palestinos, en un comunicado.



«No se dan las condiciones necesarias para hacer llegar la ayuda a la población de Gaza. Aunque parezca imposible, está a punto de desencadenarse una situación aún más infernal, al que las operaciones humanitarias no podrán responder», añadió.

«Nadie está seguro en Gaza y no queda ningún lugar adonde ir», insistió la canadiense, que rechazó que existan, en estas condiciones, «zonas seguras» como ha evocado Estados Unidos: zonas que no pueden ser «ni seguras ni humanitarias cuando se declaran unilateralmente». 



«Lo que vemos hoy son refugios sin espacio, un sistema sanitario de rodillas, falta de agua potable, sin saneamiento y alimentos insuficientes para una población que está mental y físicamente agotada: una receta perfecta para las epidemias y un desastre de salud pública», describió, lamentando la insuficiencia de la ayuda humanitaria y del combustible que se permite entrar en la Franja de Gaza.

«El espacio permitido para la respuesta humanitaria en Gaza se reduce constantemente» con el cierre a los equipos y camiones de la ONU de dos importantes carreteras que atraviesan el territorio, denunció además la funcionaria de la ONU con sede en Jerusalén, cuyo visado no será renovado por Israel, que la ha acusado de no ser «imparcial».

El portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió este lunes de nuevo un «alto el fuego humanitario duradero en Gaza» y la liberación de todos los rehenes, e instó a las fuerzas israelíes a «evitar nuevas acciones que puedan exacerbar la ya catastrófica situación humanitaria en Gaza y evitar más sufrimiento a los civiles».

El ejército israelí estrechó el cerco sobre el sur de la Franja de Gaza, donde decenas de tanques entraron el lunes en el marco de su ofensiva contra el movimiento palestino Hamás, casi dos meses después del inicio de la guerra desencadenada el 7 de octubre por un sangriento ataque del movimiento islamista en Israel.