Pablo Torrealba tenía solo 21 años cuando cerró su primera venta en Amazon. Lo que en aquel momento era una inversión paralela, se convertiría luego en su forma de ganarse la vida. Sin embargo, no era lo que él había imaginado cuando, a sus 17 años, fundó su propia agencia de marketing en Venezuela, que le dejaba entre USD 4500 y 5000 a él y a su socio.

“Nos encargábamos de llevar varias marcas importantes en el país. Luego pasamos a llevar influencers y fuimos creciendo bastante”, cuenta en diálogo con LA NACIÓN.
En aquel entonces, crearon una oficina en Venezuela dedicada 100% al marketing de influencers y de empresas. “Nos permitía gastarnos al mes unos 1000 y 1500 dólares, y lo demás lo guardábamos”, recuerda sobre aquellos tiempos. Hasta que decidieron que era momento de empezar a mover el dinero.



“El negocio me llamó mucho la atención”, reconoce Torrealba. “Quería entender qué estaban haciendo para tener un control sobre mi negocio. No porque era algo a lo que me quería dedicar, simplemente para comprender en qué estábamos invirtiendo y cómo estaba funcionando todo”, agrega.

Quienes manejaban la tienda de Torrealba y su socio tenían un curso de cómo vender en Amazon. “Decidí tomarlo y educarme lo más que pudiera”, cuenta a LA NACIÓN. Hasta que se dio cuenta que quería dedicarse 100% a la venta por Amazon. Hoy, su tienda, administrada por él y su socio, genera entre 180 mil y 200 mil dólares mensuales.



Mitos y verdades: ¿qué se necesita para vender en Amazon?

A lo largo de la entrevista, Torrealba repitió esta frase más de una vez: “Cualquier persona puede vender en Amazon”. “Yo lo hice con 21 años, fuera de Estados Unidos y solo con una inversión de USD 5 mil”. Pero, ¿qué se necesita concretamente para entrar en este negocio desde cualquier lugar del mundo?

“Este es un negocio que depende mucho del flujo de dinero que tengas, porque siempre tienes que comprar mercancía, y vas adquiriendo herramientas, un depósito, empleados y muchas cosas que vas a tener que pagar”, profundiza. “Al principio, todos comienzan con Amazon como un negocio en paralelo hasta que ya encuentran lo que yo llamo ‘la rueda’”, comenta.

Paralelamente, Torrealba sostiene que, si bien puedes desarrollar esta clase de negocios desde cualquier lugar del mundo, hay ciertos beneficios estando dentro de Estados Unidos. “Por ejemplo, visitar a los proveedores. También tener control de tu operación y del producto tú mismo dentro de tu depósito, o dentro de tu casa, tiene beneficio. Sin embargo, esto no quiere decir que no lo puedes hacer desde afuera”, subraya.

De todas formas, pondera una ventaja que tienen aquellas personas que deciden emprender desde el exterior. “Las personas dentro de Estados Unidos tienen muy poco tiempo. Afuera, en otros países de Latinoamérica, solemos tener más tiempo. Amazon es un negocio que requiere tiempo y hay que dedicárselo”.

“En Venezuela, por ejemplo, como fue mi caso, podía dedicarle todo el día. Y como era un país mucho más económico que Estados Unidos, entonces podía jugar mucho más con el dinero. Eso fue un beneficio muy grande. Entonces, cada uno tiene sus ventajas; depende de cómo lo veas”, completa.

En el caso de Torrealba, al tener un socio norteamericano, montó una estructura en Estados Unidos. “Allí tenemos nuestro depósito”, comenta. Sin embargo, todo el resto de las operaciones se hacen desde Venezuela. “Todo lo que son compras, mover la mercancía en Estados Unidos, o mismo que Amazon nos busque la mercadería; todo se opera 100% desde Venezuela”, insiste.

“Mi depósito está en Florida, específicamente en Miami”, comenta el emprendedor. “Lo tengo acá por la cercanía que hay con Venezuela. Tenemos vuelos de conexión bastante seguidos, lo cual lo hace bastante cómodo”, prosigue. “Además -remarca- Florida te permite no pagar impuestos cuando la mercancía es revendida. Es decir, la mercancía paga impuestos, pero la paga con el consumidor final. Yo solo soy un intermediario”.

Pero no tener un depósito propio no es un impedimento para emprender en Amazon. “Yo lo hice sin uno durante un año completo”, dice el venezolano. “Pagué un ‘prep center’”, agrega. Un prep center, o centro de preparación, es un proveedor de servicios externo que ayuda a los vendedores de Amazon a preparar, empaquetar y enviar sus productos a los centros de distribución del marketplace.

“Esto tiene sus beneficios porque, si no tienes mercancía, no pagas. Solo pagas si tienes mercadería. Y puedes hacerlo así durante toda una vida. Sin embargo, no sé qué tan escalable pueda ser con el tiempo. Ya que si tú quieres empezar a mover 50 mil, 60 mil, 70 mil unidades al mes, no tienes control de esa operación, ya que lo estás delegando”, enfatiza. “Además -asegura- hay proveedores que quieren ver tu depósito”.