Un estudio publicado por la revista científica Plos One señaló que el chicharrón podría ser aún más nutritivo que verduras como las espinacas, la zanahoria y que la coliflor. La noticia ha causado emoción entre los amantes de ese alimento y más aún, entre quienes se lo comían con remordimiento por temor a afectar su salud o a subir unos kilitos de más.

Sin embargo, hay que entender muy bien el estudio realizado por la publicación para no caer en abusos y en lamentos. El estudio en el que salía beneficiado el chicharrón fue realizado dentro del contexto de un análisis en el que buscaban comparar las dietas vegetarianas con una dieta tradicional con consumo de carne. En este sentido, la investigación explicó a manera de ejemplo, que el chicharrón puede ser una mejor proteína que otras carnes y que aporta nutrientes que las verduras no pueden suministrar.



Entre esos nutrientes se destaca el ácido oleico, el cual es muy provechoso para la salud. Ese ácido es un ácido graso monoinsaturado, mejor conocida como grasa o colesterol “bueno” pues ayuda a reducir el colesterol saturado o “malo”. Se encuentra también en el aceite de oliva, considerado uno de los alimentos más nutritivos.

Ese ácido, increíblemente ayuda a la salud cardiovascular ya que previene el riesgo de infartos y favorece la salud del corazón en general, y el chicharrón lo posee. De igual manera, este alimento es una excelente fuente de colágeno debido a que está hecho con la piel del animal.

¿Pero qué dicen los expertos?



Si el chicharrón es más saludable o no, eso depende de cada organismo. Quizá este alimento sí aporta mayor cantidad de nutrientes que algunas verduras, pero en una porción de 100 gramos, y no como la que están acostumbradas a consumir las personas que son en porciones exageradas.

Jorge Bayter, un médico intensivista con experiencia en el manejo de infartos de miocardio, aprovechó el tema para referirse a una antigua teoría, lanzada en la década de 1960 por Ansel Keith, que culpaba al huevo y al chicharrón del aumento del colesterol y, por ende, de los infartos.

“Esa fue una teoría que se lanzó en el año 1960, un tipo que se llamaba Ansel Keith, por un estudio que hizo en 22 países, de los cuales solo cogió siete países y quitó los otros 15 que tenían el colesterol alto y que tenían menos mortalidad. Y ahí fue una estrategia para lanzarnos a consumir carbohidratos en exceso. Entonces, hoy, cuando ya en el año 2000, se desvirtuó completamente la teoría del huevo y la teoría del colesterol como causante del infarto o con esto, no como factor de riesgo”, dijo.

El médico argumentó que esta teoría, basada en un estudio que seleccionó datos de manera sesgada, llevó a la población a adoptar una dieta rica en carbohidratos, contribuyendo así a problemas de salud como la obesidad, la diabetes y la hipertensión.

“La gente ya no come grasa, ya no come colesterol y el infarto de miocardio pasó en los últimos 40 años a ser la principal causa de muerte, a pesar de que la gente nunca la ve comiendo grasa”, añadió el médico Bayter.