Una responsable de la ONU pidió el lunes «a todas las partes» que impidan una nueva escalada de las tensiones en Oriente Medio, en una reunión del Consejo de Seguridad en el que China y Rusia acusaron a Estados Unidos de echar leña al fuego.

«Insto al Consejo de Seguridad a que siga cooperando activamente con todas las partes para impedir una nueva escalada y una agravación de las tensiones que socavan la paz y la seguridad regionales», declaró la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, en una reunión para analizar los bombardeos estadounidenses de represalia contra objetivos proiraníes en Irak y Siria.



«Reitero el llamado del secretario general a todas las partes para alejarse del precipicio y tener en cuenta el coste humano y económico insoportables de un posible conflicto regional», insistió, sin acusar a nadie en particular.

Varios estados miembros manifestaron su preocupación y algunos acusaron directamente a Estados Unidos, que defendió los bombardeos del viernes en Siria e Irak como respuesta a los ataques contra una base estadounidense en Jordania que Washington atribuye a grupos respaldados por Irán.



«Está claro que los bombardeos estadounidenses están específica y deliberadamente destinados a atizar el conflicto» con el fin de «preservar su posición de dominio en el mundo», dijo el embajador ruso, Vassili Nebenzia, cuyo país solicitó esta reunión urgente.

«Probablemente, las acciones estadounidenses van a exacerbar el círculo vicioso de la ley del talión en Oriente Medio», dijo por su parte el representante chino, Jun Zhang, que acusó a los estadounidenses de violar la integridad territorial de Siria e Irak, una posición compartida por su homólogo argelino, Amar Bendjama.

El embajador estadounidense adjunto, Robert Wood, dijo que las acciones fueron «necesarias y proporcionadas» en el ejercicio del «derecho a la autodefensa».

«Estados Unidos no tiene ningún deseo de más conflictos en una región donde trabajamos activamente para contener y desactivar el conflicto en Gaza. No buscamos un conflicto directo con Irán», sostuvo, antes de pedir al Consejo de Seguridad que presione a Teherán para que cesen los ataques.

Estados Unidos bombardeó 85 blancos en cuatro lugares en Siria y tres en Irak, contra los Guardianes de la Revolución Islámica, el ejército ideológico de Irán, y de grupos armados proiraníes, según Washington.

Asimismo, ha prometido más ataques en respuesta al atentado del 28 de enero contra la base en Jordania, cerca de las fronteras siria e iraquí, en el que murieron tres soldados estadounidenses.

Estas represalias estadounidenses, que dejaron al menos 45 muertos, fueron denunciadas enérgicamente por Siria e Irak, así como por Irán, enemigo jurado de Estados Unidos.

El embajador de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, calificó las acusaciones estadounidenses de «engañosas, infundadas e inaceptables».

«Si Irán es amenazado, atacado o agredido (…) no dudará en ejercer su derecho inherente a responder con firmeza en virtud del derecho internacional y de la Carta de la ONU», dijo.

Irán apoya a grupos armados acusados por Washington de estar detrás de un recrudecimiento de los ataques contra sus fuerzas en Oriente Medio, en un contexto de guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza.