La coach ejecutiva y organizacional, Carmelina Peguero, señaló que el tiempo que una persona tarda en una empresa esperando a ser desvinculado vale más que el dinero que le corresponde por prestaciones laborales.

En un nuevo episodio de “RH el Podcast” de la plataforma de El Nuevo Diario Podcast, las especialistas en gestión de talentos Angelina Brea y Yanilsa Benítez, abordaron sobre el procedimiento de poner fin a un contrato laboral entre empleador y colaborador.



En este escenario, Peguero, quien tiene más de 20 años en gestión humana, compartió información importante de cómo ambas partes pueden terminar las relaciones laborares de manera sana y equitativa.

Aseguró que muchas veces el trabajador reduce su desempeño y la calidad de sus servicios, provocando una cancelación o desahucio, cuando no desea continuar dentro de una empresa, ya sea por razones económicas o cualquier otro motivo.



En ese sentido, Peguero indicó que una vez perdido el interés de permanecer dentro de la organización, se comienzan a deteriorar las relaciones y el ambiente de trabajo, dejando secuelas.

También aconsejó al empleado a no solo pensar en lo económico, sino también a ser justo con sus emociones al momento de no querer formar parte de una empresa y cuidar las referencias que deja dentro de la misma.

“Esa actitud de alguna manera se despliega y afecta el desempeño de los demás. También he escuchado líderes que dicen, es que yo sé que él lo que quiere es que le den su dinero, es mejor dárselo porque al final la repercusión es mucho más costosa”, expresó la experta.

Asimismo, recomendó evaluar los efectos que podría tener cuando una relación de trabajo no termina en buenos términos.

Cuando la empresa pone fin

En la República Dominicana, la Ley 16-92 del Código de Trabajo en su Art. 69 establece las tres formas en que se puede dar por terminado un contrato de trabajo por tiempo indefinido: el desahucio, el despido y la dimisión.

Muchas veces ese proceso, sin importar las causas señaladas, suele ser “tratado con distancia” y de una manera no “muy armoniosa”, explicó la experta.

Añadió que la desvinculación de un colaborador a una organización en la mayoría de los casos genera un choque de emociones por la manera en que suele ser llevado a cabo el procedimiento.

Peguero dijo que es por eso que exhorta al empleador a ser justo y evaluar la actitud y desempeño de sus colaboradores para mantener una relación saludable entre ambas partes, recordando que cuidar las relaciones desde el inicio hasta el final es de suma importancia.

Sugirió a que el empleador realice un “feedback” con los motivos que lo llevan a poner fin al contrato.

“Creo que tenemos oportunidad en cuanto al llevar una documentación del proceso que permita mostrar evidencias oportunamente, trabajar de manera precisa en lo que amerite el colaborador y como eso vendría siendo documentado esa conversación sería más fluida; dígase, nos reunimos tal día y llegamos a este punto y luego el desempeño fue este. O sea, con evidencias es mucho más llevadero el proceso”, concluyó.