China acusó este viernes al nuevo presidente taiwanés, Lai Ching-te, de empujar la isla autónoma hacia «la guerra» y amenazó con reforzar sus «contramedidas», en el segundo día de importantes maniobras militares alrededor de Taiwán.

«Desde que tomó posesión de su cargo (el lunes), el dirigente de la región de Taiwán ha cuestionado seriamente el principio de una sola China (…), lo que está empujando a nuestros compatriotas de Taiwán a una peligrosa situación de guerra», declaró Wu Qian, portavoz del Ministerio de Defensa, en un comunicado. 



«Esto se llama jugar con fuego, y los que juegan con fuego seguro que se quemarán», añadió.

«Cada vez que (el movimiento que apoya) ‘la independencia de Taiwán’ nos provoque, iremos un paso más allá con nuestras contramedidas, hasta lograr la reunificación completa de la patria», advirtió el portavoz. 



El ejército chino inició el jueves dos días de ejercicios militares alrededor de Taiwán, que el lunes celebró la investidura como presidente de Lai Ching-te, considerado por Pekín como un «peligroso separatista».

El dispositivo forma parte de una campaña de escalada de la presión militar de China sobre esta isla de régimen democrático, con incursiones casi cotidianas de barcos y aviones en su entorno y varios ejercicios a gran escala desde 2022.

Su objetivo es verificar «la capacidad para tomar el poder, atacar conjuntamente y controlar territorios claves», señaló el viernes el portavoz militar chino Li Xi.

La Guardia Costera de Taiwán denunció el viernes que cuatro buques guardacostas chinos habían accedido a «aguas restringidas» en su territorio, acompañados por otras dos embarcaciones de apoyo en las proximidades.

«Es la octava vez este mes que los barcos guardacostas chinos navegan en aguas restringidas», dijo este servicio, que urgió a Pekín «detener inmediatamente su comportamiento irracional».

Naciones Unidas pidió a todas las partes evitar una escalada y Estados Unidos, el principal aliado y proveedor de armas de Taipéi, instó «firmemente» a China a actuar «con moderación».

China y Taiwán se gobiernan separadamente desde el fin de la guerra civil en 1949, pero Pekín reivindica su soberanía sobre la isla y no descarta el uso de la fuerza para tomar su control.

El territorio apenas cuenta con relaciones diplomáticas oficiales con 12 países del mundo, pero dispone de gobierno, ejército y moneda propia y desempeña un papel crucial en la economía mundial como principal productor de semiconductores.

 

– «Fuerte castigo» –

 

Al comienzo de estas maniobras el jueves, el ejército chino las describió como «un fuerte castigo por los actos separatistas de las fuerzas de la ‘independencia de Taiwán'».

Imágenes difundidas por el ejército chino muestran soldados saliendo de un edificio para ocupar sus puestos de combate y aviones militares despegando al son de una música marcial.

La cadena estatal CCTV informó de que marineros chinos se comunicaron con sus homólogos taiwaneses en altamar y les advirtieron que no debían «resistir a la reunificación por la fuerza».

Y un gráfico animado publicado por las fuerzas armadas chinas recrea una lluvia de misiles contra objetivos clave en el norte, el sur y el este de la isla, asegurando que van a «cortar los vasos sanguíneos de la independencia de Taiwán».

Ya antes de la victoria de Lai en las presidenciales de enero, China había advertido que si era elegido, llevaría «guerra y declive» a la isla.

En un discurso de investidura que enfureció a Pekín, Lai celebró una época «gloriosa» para la democracia de Taiwán e instó a China a «cesar su intimidación política y militar».

El viernes, la agencia de noticias Xinhua y el Diario del Pueblo del Partido Comunista publicaron editoriales alabando las maniobras, arremetiendo contra el «comportamiento traicionero» de Lai y prometiendo «un duro golpe».

La víspera, en un tono normalmente usado en los medios propagandísticos chinos, el portavoz de la diplomacia de Pekín, Wang Wenbin, aseguró que las maniobras eran una «seria advertencia».

«Las fuerzas de independencia de Taiwán acabarán con la cabeza rota y ensangrentadas tras haber chocado contra […] la tarea de China de completar la unificación» del país, dijo.

Los ejercicios se desarrollan en el estrecho de Taiwán y al norte, el sur y el este del territorio, así como en las islas administradas por Taipéi de Kinmen, Matsu, Wuqiu y Dongyin.

El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo el jueves que las fuerzas militares chinas se acercaron hasta 24 millas náuticas (44 kilómetros) de la isla principal de este territorio.