Una investigación publicada en la revista Sleep señala que el insomnio cuesta a cada trabajador estadounidense una media de 11,3 días laborales. En términos nacionales, la pérdida es de 252,7 días y 63.200 millones de dólares.
Ronald Kessler, autor del estudio, aseguró estar impactado por «el enorme efecto que tiene la falta de sueño» en el promedio de la vida de las personas. «Es un problema subestimado, porque los estadounidenses no están faltando al trabajo sino que rinden menos» por el cansancio causado por no poder dormir, señaló.
El impacto del insomnio en la productividad podría justificar la puesta en marcha de programas para tratarlo dentro de las empresas, ya que no es considerado como una enfermedad y los empleados tienden a ignorar sus consecuencias.
Los resultados fueron extraídos de una muestra de 7.428 empleados para el Estudio Estadounidense sobre el Insomnio. Los participantes describieron sus hábitos de sueño y su rendimiento laboral, entre otras cosas. Según el resultado, el 23,2% registró problemas para conciliar el sueño.