SAN FRANCISCO, EEUU. El uso de teléfonos inteligentes o tabletas digitales como «billeteras» será común en una década, en muchos casos sustituyendo al efectivo y a las tarjetas de crédito, según una encuesta del Centro de Investigaciones Pew publicada el martes en Estados Unidos.

El 65% de los «interesados en la tecnología y críticos» que respondieron a la encuesta «Imaginando el Centro Internet», realizada por el Pew Research Center y la Universidad Elon (Carolina del Norte, este), coinciden en que estos dispositivos de bolsillo serán una manera común de pagar en 2020.



«La fecha de 2020 podría ser un poco optimista, pero estoy seguro de que esto sucedará», dijo el economista jefe de Google, Hal Varian, en una respuesta a la encuesta. «¿Qué hay en tu billetera ahora? Tarjeta de identificación, formas de pago, y artículos personales», continuó. «Todo esto puede estar fácilmente en un dispositivo móvil e inevitablemente lo hará».

Google lanzó el año pasado un servicio ‘Wallet’ que permite que los teléfonos móviles más sofisticados equipados con su sistema operativo Android sean utilizados para «pagar» por compras en tiendas.



Muchas de las 1.021 personas encuestadas dijeron que la seguridad y la comodidad estarán entre los factores que harán que la gente se decida a usar los teléfonos inteligentes o tabletas como si fueran efectivo o tarjetas de crédito.

Algunos de los que se mostraron optimistas sobre estas «billeteras» creen que esta tendencia se verá frenada por temores sobre la privacidad, falta de infraestructura y resistencia de las compañías de tarjetas de crédito y otras entidades que se benefician del sistema actual.

Casi ninguno de los encuestados espera que el efectivo o las tarjetas de crédito desaparezcan por completo, según Pew.

«Debido a las preocupaciones acerca de la tecnología, la resistencia de los proveedores actuales y la naturaleza en general lenta del cambio social hay un sentimiento bastante consistente entre los expertos de que los pagos móviles existirán en un espectro, junto con otras opciones financieras», dijo Aaron Smith, uno de los autores del estudio.

«De hecho, algunos esperan que estos servicios sean adoptados más rápidamente de manera generalizada en el mundo en desarrollo, debido a la falta de un sector bancario fuerte y de arraigados hábitos de consumo».