Seguramente les ha pasado, ¿Qué demonios será el color wengue, el malva o el índigo? Los hombres distinguen lo qué es un gris, un morado, el negro y gracias. Las mujeres, especímenes mucho más sutiles, comprenden un gama mucho más amplia de registros.



Estas diferencias tienen una base científica, según un estudio de la ‘City University of New York’ en el que han comprobado que las mujeres aprecian mejor los cambios de color mientras que ellos ganan en la detección de contrastes.

Para realizar el experimento, los investigadores seleccionaron a personas de ambos sexos con buena agudeza visual, a los que pidieron que describieran los colores que les iban mostrando. Descubrieron que los varones necesitan una longitud de onda ligeramente mayor para percibir los mismos tonos que las mujeres y que les resulta más difícil apreciar los cambios en los tonos.



Por otra parte también fueron sometidos a imágenes compuestas por líneas de diferentes anchuras y colores que al observarlas iban variando el tono y el color simulando parpadeos. En esta prueba los varones reconocieron más rápido las variaciones en las barras pequeñas.

Según Israel Abramov, investigador a cargo del estudio, estas diferencias existen gracias a un conjunto de neuronas situadas en la primera capa de la corteza cerebral encargadas de la visión. Estas células son controladas por los andrógenos (hormonas sexuales masculinas) durante el paso de embrión a feto.

En palabras de Abramov: “La testosterona debe jugar un papel importante, de alguna manera regula esta diferencia entre hombres y mujeres”. ¿El motivo? “La razón de esta diferencia evolutiva resulta menos clara”.

Informa cookingideas.es que no se trata del primer sentido que ambos sexos percibimos de diferente modo. Meses atrás, el propio Israel Abramov y su equipo sostenían la superioridad sensitiva de la mujer en cuanto a oído y olfato. Otros dos puntos a favor de la superioridad del ‘sexo débil’.

Un motivo más para respaldar aquella manida frase de que “los hombres vienen de marte y las mujeres de venus”. Algún día sabremos si esa afirmación resulta cierta, lo que podemos afirmar ya con certeza es que en ambos planetas no sólo los colores se aprecian de forma diferente.