SEÚL. El grupo surcoreano Samsung lanzó este jueves en su mercado nacional un teléfono inteligente con pantalla curva, una innovación tecnológica con la que quiere reafirmar su posición de número uno mundial en el sector de los «smartphones».
El Galaxy Round, un dispositivo de 5,7 pulgadas (14,48 cm) con pantalla curva, se vende desde el mediodía de este jueves en Corea del Sur, informó SK Telecom, primer operador del país y distribuidor de este nuevo teléfono inteligente.
El desarrollo de las pantallas curvas, que son más ligeras y finas que las pantallas conocidas hasta ahora, se encuentra en sus albores. El objetivo que se persigue es crear pantallas flexibles que se puedan enrollar o doblar.
El Galaxy Round lleva integrado el sistema operativo Android, de Google, y su precio de venta es de 1,08 millones de wons (745 euros, 1.000 dólares), informó Samsung, que no precisó cuando será posible adquirirlo fuera de Corea del Sur.
Su forma está adaptada «a la curvatura de la mano, y abarca cómodamente la mejilla y la oreja», explicó SK Telecom en un comunicado.
Para que una pantalla realmente pueda ser flexible, se retuerza o se enrolle, es necesario que el resto de componentes del teléfono, como la batería, también lo sean, algo que de momento no se ha conseguido.