Vende guineos bajo el tetero del sol en el semáforo del kilómetro 17 de la autopista Duarte. Cambió a verde y un irresponsable que venía a toda velocidad la bateó por encima de un muro y la dejó tirá. “Llamen al 911”, gritó ella.



Atento, uno de sus compañeros, vendedor de tarjetas de llamadas, llamó al 911. La recogieron enseguida. Minutos después.

Estaba bien agolpiá, recuerda. «El 911 me trató bien y me salvó».



Mujer fuerte, decidida, Rozikve Batista ya está recuperada. Reintegrada a su quehacer. Día que no trabaja, día que no tiene para comer.

911

La vida que le ha tocado vivir, no le concede convalecencias prolongadas. En todo caso, como ella, como su vida y como su suerte, lo suyo es siempre 100% ambulatorio.

Más de 200,000 emergencias han sido atendidas por el 911 en seis meses de operación.