Zúrich, Suiza. Revelación de un sistema de «enriquecimiento personal» con el reparto de 80 millones de dólares en cinco años entre Joseph Blatter y dos exaltos directivos de la FIFA, un registro por parte de la justicia suiza, Gianni Infantino acusado por la prensa de querer borrar grabaciones comprometedoras: la Federación Internacional de Fútbol sigue sumida en su crisis perpetua.

Blatter



«La crisis ha terminado», afirmaba Infantino el 13 de mayo en el Congreso de la FIFA en México. El presidente elegido el 26 de febrero fue demasiado rápido con esa afirmación, teniendo en cuenta la sucesión de informaciones de este viernes.

La FIFA reveló que su expresidente Joseph Blatter, y dos estrechos colaboradores de sus mandatos, Jérôme Valcke (exsecretario general) y Markus Kattner (exsecretario general adjunto) se repartieron 80 millones de dólares «en un esfuerzo coordinado de enriquecimiento personal» a través de contratos, primas, bonificaciones y compensaciones, a lo largo de los últimos cinco años.



La Federación Internacional de Fútbol, con sede en Zúrich, señaló que ha informado de ello a la justicia suiza y que va a compartir los datos con la justicia estadounidense. «Algunos contratos contienen disposiciones que parecen violar el derecho suizo», expone la FIFA sobre el sistema de cláusulas y bonificaciones de sus tres exdirigentes.

«Parece un esfuerzo coordinado por los tres exaltos responsables de la FIFA para enriquecer sus aumentos anuales de salarios, las primas relacionadas con el Mundial y otros ingresos en los últimos cinco años», añadió.

Tres figuras controvertidas 

La FIFA da ejemplos. El 30 de abril de 2011, Valcke, entonces secretario general, y Kattner, entonces secretario general adjunto, «obtuvieron renovaciones de contrato de 8,5 años hasta 2019» con «primas de salida generosas que les garantizaban el pago íntegro, hasta 17,8 millones de dólares y 9,9 millones de dólares respectivamente, en el caso de que dejaran de trabajar en la FIFA, si Blatter no era reelegido».

El 1 de diciembre de 2010, Blatter, Valcke y Kattner «recibieron 23,4 millones de dólares de primas especiales por el Mundial-2010 de Sudáfrica», cuatro meses después del evento «y aparentemente sin una disposición de contrato» que estipule o contemple esas primas.

Blatter está actualmente suspendido por seis años de toda actividad relacionada con el fútbol por otro caso, el famoso y controvertido pago de 1,8 millones de euros a Michel Platini, expresidente de la UEFA, suspendido cuatro años por ese asunto después de su castigo fuera rebajado el pasado mes por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).

Los abogados estadounidenses de Blatter dijeron este viernes que los ingresos estaban «justificados» y eran «equivalentes a los de los más altos dirigentes de los deportes profesionales en el mundo».

Valcke fue despedido de la FIFA por su presunta implicación en un caso de reventa de entradas en el mercado negro y está suspendido 12 años de toda actividad en el fútbol. Kattner, que ocupó además la dirección financiera y fue secretario general interino de la FIFA, fue despedido por su parte el pasado 23 de mayo.

Durante un registro de la justicia suiza, que se hizo público el viernes, se incautaron documentos el jueves en sus oficinas, precisó una fuente de la propia FIFA.

La fiscalía suiza confirmó que tiene en su poder los contratos de Blatter, Valcke y Kattner.

Fin de la tregua 

Infantino no está afectado por los últimos acontecimientos, pero su período de gracia parece haber terminado.

La prensa alemana ha apuntado hacia él. El Frankfuter Allgemeine Zeitung afirma que rechazó el salario le propusieron, considerándolo insuficiente. Y Die Welt asegura que Infantino podría ser objeto de un proceso de la justicia interna de la FIFA con una eventual suspensión provisional de 90 días.

El italo-suizo habría pedido en correos la destrucción de la grabación de minutos en los que se aludió a la cuestión de su salario en el último Consejo (gobierno de la FIFA) en México.

«No se ha abierto ningún proceso formal contra Infantino», indicó el portavoz de la cámara de investigación de la comisión de ética, Roman Geiser, en un correo electrónico enviado a la AFP.

La FIFA precisó que «conforme a la práctica [habitual], todas las reuniones oficiales (…), entre ellas las del Consejo, se graban y se archivan».

Infantino aún no ha superado la barrera de los 100 días pero el contexto a su alrededor es tenso. Los problemas siguen acumulándose para una organización que continúa buscando la credibilidad perdida tras los terremotos vividos en 2015.