Desde la cuenta EverythingApplePro se realizó una prueba de frío extremo con los teléfonos Samsung Galaxy S8 y el iPhone 7 llegando a un resultado positivo.

Colocando los teléfonos a una temperatura de -35 grados Celsius durante varias horas y en un congelador rápido, los dos aparatos pasaron la prueba a la que fueron sometidos.



Los dispositivos fueron colocados en un recipiente que contenía agua fría que luego se congeló, pasando un total de 5 horas dentro de la nevera.



El Youtuber que realizó el video se mostró sorprendido al ver que los teléfonos funcionaban correctamente después del tiempo establecido.