«Generar un bien para el mundo», y en simultáneo un rédito económico para la empresa, es la premisa que rige los desarrollos de «X», la firma de Google que se dedica a incubar proyectos y crear prototipos con tecnologías disruptivas, desde drones para asistir con medicamentos a personas en lugares inaccesibles a coches autónomos y los globos del proyecto Loon.

Creada en 2010, la rebautizada X -antes «Google X»- se dedica a desarrollar en el menor tiempo posible prototipos funcionales con la misión de fabricar «moonshots», un término que hace referencia a una idea revolucionaria, casi imposible, acuñado cuando el ex presidente estadounidense John F. Kennedy anunció que enviaría hombres a la Luna.



En el caso de X, sus «moonshots» combinan la idea de brindar una solución radical a un gran problema a través de desarrollo tecnológico, según explicaron especialistas en un encuentro en la sede de la empresa, del que participó Télam.

Ubicada en Mountain View, en California, en los enormes edificios que antes ocupaba un centro comercial hoy trabajan personas de distintas profesiones, desde ingenieros a científicos de diversas áreas, ex militares y mecánicos.



Las instalaciones combinan amplias salas de reuniones equipadas con pantallas, tablets y otros aparatos tecnológicos, espacios de meditación, sectores para «estacionar» a las mascotas, un comedor del tamaño de un patio de comidas y otro tipo de comodidades que persiguen el fin de que los empleados se sientan muy a gusto para «cocinar» proyectos sorprendentes.

Uno de estos es Loon, cuyos globos estratosféricos recorren los cielos para llevar Internet a lugares sin conexión en alianza con distintos actores como gobiernos y empresas de telecomunicaciones.

Iniciado en 2013 en Nueva Zelanda, después de años de experimentos técnicos y millones de kilómetros volados, Loon tuvo su prueba de fuego cuando -asociado a Telefónica- brindó durante más de dos meses conectividad en las regiones afectadas por las inundaciones que tuvieron lugar en Perú durante marzo y abril pasados. EFE