Desde fuera puede parecer que el televisor ha cambiado muy poco en décadas; después de todo, siguen siendo, en su mayoría, rectangulares y negros.  Sin embargo, esto sería pasar por alto la inmensidad de cambios sutiles que han propiciado que el televisor se adapte perfectamente a nuestras salas de estar y a nuestras vidas modernas.

Aquí investigamos algunos de los procesos e innovaciones de diseño y las personas que las hacen posible y que mejoran continuamente nuestra experiencia con ‘la caja’.



Primeros diseños de los televisores

Los primeros televisores eran grandes en tamaño, pero pequeños de pantalla, una relación determinada por la incapacidad de la limitada tecnología de entonces. Modelos como el Baird Televisor de principios de la década de 1930, fueron mecánicos tanto en función como en estilo y transmitieron una imagen del tamaño de una estampilla postal. Los televisores electrónicos pronto tomaron las riendas y las pantallas de visualización se hicieron más grandes, de 9 a 12 pulgadas de ancho. A veces eran redondos y a veces cuadrados, pero en conjunto el aparato en sí era engorroso y algunos modelos, incluso, eran comparados con los aparadores de la cocina.



En la década de 1950, cuando aproximadamente la mitad de todos los hogares en Estados Unidos tenían un televisor sentado en el centro de la sala, el tamaño de la pantalla ya había crecido hasta llenar el marco de todo el aparato, que se extendía detrás de él. Sin embargo, aún seguían proyectando imágenes en blanco y negro. El color no se volvió habitual hasta la década de 1970.

Desde entonces, la demanda del consumidor y la innovación tecnológica ha propiciado una tendencia hacia pantallas más grandes con una mejor calidad de imagen, mientras que todo lo demás ha ido reduciendo su tamaño.

Los equipos multidisciplinarios de diseño comienzan a investigar

¿Cómo puede un diseñador de televisión del siglo XXI mejorar un elemento tan icónico de la vida moderna? Los principales diseñadores de televisión, como Samsung Electronics, cuentan con equipos multidisciplinarios de diseño que se preocupan tanto de la investigación y análisis, como del diseño y la innovación. Investigan los niveles de preferencias en los diseño de interiores, observan los hábitos y deseos de los televidentes y analizan cómo es que estos han ido cambiando.

“Nuestro equipo de diseño de TV incluye especialistas en diseño y miembros que han estudiado sociología, psicología, arquitectura, ingeniería, diseño y pintura», dice Lee Kyu Bok, que se especializó en diseño industrial en la universidad y ha estado con Samsung en Seúl, Corea, por siete años.

En el desarrollo del último televisor de Samsung, QLED TV, estudiamos la decoración interior del hogar y los entornos de usuario en diferentes regiones del mundo, incluidos EE. UU., China, Japón, Medio Oriente y Europa occidental, septentrional y oriental», agregó Lee. «Trabajamos inicialmente con las filiales de Samsung de cada país y luego hicimos un análisis detallado de los resultados». Posteriormente, Lee junto a los miembros del equipo, viajaron a Milán, París, Londres, San Francisco, Nueva York, Shanghái, Tokio, Dubai, Egipto y Latinoamérica, para obtener elementos que inspiraran su trabajo.

El equipo observó que, a pesar del deseo de las personas por tener pantallas más grandes con una calidad de imagen más envolvente, había varias limitaciones que dificultaban que los diseños de televisión convencionales satisficieran la demanda del consumidor.

«La mayoría de los televisores en el mercado tenían pantallas grandes y una apariencia completamente potente», dijo Lee. «Parecía inevitable que un televisor montado en la pared dejara un espacio entre la pantalla y la pared, y que los cables de la televisión y los dispositivos periféricos provocaran todo un desorden”.

“Aquellos diseños no se combinaban bien con los interiores, por ejemplo, de los estudios, que abundan en las ciudades metropolitanas como Nueva York. Tampoco podían mezclarse con la decoración interior minimalista del Zen japonés o de la Europa escandinava”.

Diseñando los televisores del mañana

Para superar estas molestias del diseño televisivo de principios del siglo XXI, Lee y su equipo pensaron “outside the box” y se acercaron a la televisión QLED de Samsung. Esta nueva generación de televisores es estéticamente elegante y simple, ya que es tecnológicamente avanzada y flexible. Se puede colocar, presentar y mirar de varias maneras diferentes, lo que Samsung espera que brinde a los consumidores la libertad de ver su televisión en cualquier lugar o de la forma que cada quien prefiera.

Trabajando siempre con el “mantra” ‘Blend into HOME” en su mente colectiva, el equipo encontró la manera de hacer que la gama QLED TV se mezclara con su entorno mientras ocultaba sus partes funcionales.

«Primero, trabajamos para encontrar un material que combinara bien con la madera y el blanco, los colores y los tonos más utilizados en la decoración interior del hogar, y que se sintiera lo más cálidos posible», explicó Lee. Ese material era el acero inoxidable, inspirado en electrodomésticos de cocina Premium y que se adapta bien al hogar dándole un tono cálido.

«También diseñamos una pantalla sin bisel que parece increíblemente plana y un mecanismo para el montaje en la pared que está completamente oculto en el televisor, al permitir colocarlo al ras de la pared y hacer que la televisión parezca una pintura colgada».

Este es el Q7 minimalista, en el rango QLED está el Q9, que tiene una pantalla plana, y el Q8, con pantalla curva. Otras opciones de soporte en la gama QLED son el Studio Stand, un soporte tipo caballete que le da al televisor una calidad art-on-display, y el Gravity Stand, que permite al usuario girar la pantalla en cualquier ángulo. El diseño del televisor es personalizable y permite hasta 24 variaciones de diseño. Las pantallas Q7, Q8 y Q9 se pueden elegir en uno de dos tamaños, 55 “ y 65″, y se combinan con cuatro tipos diferentes de soporte (básico, soporte de estudio, soporte de torre y montado en la pared).

Kabelsalat, un término alemán que se traduce literalmente como ‘ensalada de cable’ y resulta la descripción perfecta para la maraña de cables eléctricos que se suele formar detrás de estos aparatos, también ha desaparecido. Todo se debe a un solo cable óptico prácticamente invisible que conecta el televisor QLED a su One Connect Box (donde van todos los otros cables). El cable transparente tiene solo 1,8 milímetros de grosor y mide 16 pies de largo, lo que significa que los dispositivos conectados a su televisor ya no tienen que acumularse. Un cable opcional de 49 pies significa que también es posible acomodar las cajas de cable y la consola aún a más distancia.

«Nuestros hogares son importantes para nosotros, son una expresión de nosotros mismos y de los lugares donde comemos, dormimos, trabajamos y jugamos», dice la renombrada diseñadora de interiores Kelly Hoppen MBE, que respalda la gama de televisores QLED de Samsung. «Existe una sinergia natural entre diseño e innovación, y es importante que ambos trabajen en armonía para crear una experiencia agradable en nuestro hogar».

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