Si hace un par de días se destapaba el informe que indicaba que los iPhone más antiguos parecían ralentizarse con cada nueva actualización de sistema operativo, ahora ya existe confirmación oficial.
Apple ha reconocido a través de un comunicado, que efectivamente existe una metodología por a cual reducen el rendimiento de los modelos de iPhone más antiguos con cada nuevo iOS.
La excusa es optimizar la autonomía de la batería, reduciendo la velocidad del procesador. Algo que puede tener sentido en los modelos con cierto tiempo de uso, pero que en cualquier caso debería ser una decisión que tomase el consumidor, no Apple de forma unilateral (y sin informar de ello).
Parece que solo lo llevan aplicando de forma secreta desde hace algo más de un año, pero sin duda había gente que ya sospechaba algo. Esto disparó las dudas de que en el fondo Apple realizaba esta modificación para “obligar” a los usuarios más antiguos a renovar su iPhone. Por ejemplo, el iPhone 4 era perfectamente capaz de ejecutar Siri, pero nunca se le permitió. Sea cual sea la razón, Apple tiene ahora mismo un problema de reputación entre manos.
La noticia de la confirmación ha sorprendido a todos. Primero porque da veracidad a la teoría de la conspiración sobre esta práctica tan singular, y segundo por lo poco habitual que resulta que Apple de respuesta a este tipo de rumores según indica clipset
Lo cierto es que este año está resultando especialmente complicado para Apple, que ha ido cometiendo diversos errores que están minando la fidelidad de sus usuarios. Cosas como esta no ayudan a mejorar su imagen.