Manhattan. El cantante de merengue Mala Fe fue agredido por un grupo de pandilleros juveniles que le propinó numerosas heridas con navajas y machetes, anoche sábado 7 de abril, en esta ciudad de Nueva York.

Tras el espeluznante hecho, Javier Gutiérrez, Mala Fe, fue socorrido por la policía y el servicio de emergencia para ser trasladado a un hospital de la zona. Su condición clínica es de gravedad, y los médicos creen que sus órganos vitales resultaron afectados.



El hecho ocurrió , alrededor de las 8 de la noche, mientras el intérprete de “A Lo Oscuro”, “La Vaca” y otros grandes éxitos, transitaba en su auto por la calle 180 y Audubon, rumbo a la avenida Ámsterdam a reunirse con sus músicos para cumplir un compromiso en la discoteca Skandalo, en Monticello, Nueva York.



La policía tiene arrestó a dos de los implicados en el asalto, cuatro continúan prófugos.

La información la ofreció Félix Jerez, de la empresa Major League Bookings, de la cual forma parte el popular artista dominicano.

“Exigimos de las autoridades una exhaustiva investigación sobre este terrible caso que pone en peligro la vida de un hombre joven de una trayectoria transparente y quien nunca ha estado involucrado en problemas”, expresó Jerez en un comunicado de prensa.

«Pedimos al concejal Ydanis Rodríguez que enfrente con valentía, juntamente con las demás autoridades de la ciudad de Nueva York, este flagelo de las pandillas que está lacerando la tranquilidad de la población de Washington Heights», agregó Jerez.

El artista fue atacado por seis pandilleros adolescentes. Todo comenzó cuando Mala Fe y uno de los jóvenes entablaron una discusión por motivos aún no determinados, en la calle 180 y la avenida Audubon. Cuando Mala Fe se disponía abandonar la escena uno de los pandilleros le rompió el cristal trasero de su vehículo, lo que motivó a que el artista bajara del auto para reclamar.

De inmediato Mala Fe fue agredido por el grupo que se abalanzó sobre él, arrojándole una botella en su frente, perdiendo el conocimiento y ya el piso los jóvenes le propinaron mas de cinco estocadas, dejándolo en medio de un charco de sangre.