La morgue de Puerto Rico tiene unos 347 cuerpos sin reclamar acumulados en sus instalaciones y en cuatro vagones refrigerados colocados en un solar aledaño, sin que haya ninguna vigilancia, informaron autoridades.

La caótica acumulación de cuerpos responde a los estragos causados hace ocho meses por el huracán María y a la reducción de personal en Ciencias Forenses debido a la precaria situación fiscal en que se encuentra esta isla del Caribe, estado asociado a Estados Unidos.



El diputado Juan Oscar Morales Rodríguez, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, se mostró preocupado después de observar el viernes la situación durante una inspección ocular en el edificio y en los vagones.



«La situación ante el alto volumen de casos pendientes, falta de espacio y de personal especializado requiere acción inmediata», escribió en Twitter tras su visita al lugar.

La subsecretaria del Negociado de Ciencias Forenses, Mónica Menéndez, explicó que tienen bajo custodia 307 cadáveres, de los cuales 36 están identificados por sus parientes, aunque no han sido reclamados.

A esos hay que agregar otros 52 que se encuentran en los contenedores en el exterior del edificio, que tampoco han sido reclamados y llevan meses depositados en bolsas plásticas.

En el encuentro, Menéndez respondió a la posibilidad de descartar estos cuerpos: «Nunca habíamos estado en este tipo de situación y no quisiéramos llegar a ese punto».

El NCF tiene capacidad para un máximo de 295 cadáveres.

El tema saltó a la atención de la población después de que algunos vídeos circularan en las redes sociales, lo que motivó la investigación encabezada por el legislador Morales Rodríguez.

Menéndez confirmó que el Negociado de Ciencias Forenses carece de espacio y de los empleados necesarios para mantener estos cuerpos en un lugar más digno.

La situación se ha vuelto más espinosa después de que el gobierno de Ricardo Rosselló Nevares reiteró que las muertes oficiales a consecuencia del huracán María se mantienen en 64 personas.

No obstante, un estudio reciente de la estadounidense Universidad de Harvard, en coordinación con la Universidad Carlos Albizu, en Puerto Rico, contabilizó 4.645 decesos, muchos de estos en los hospitales debido al colapso del sistema eléctrico tras el azote de María, que atravesó la isla con categoría 4 de máximo 5 el 20 de septiembre.