Beto y Enrique fueron creados, según la productora de Plaza Sésamo, Sesame Workshop, “para enseñar a los niños en edad preescolar que las personas pueden ser buenos amigos de quienes son muy diferentes a ellos”.

Pero el guionista de la serie, Mark Saltzman, ha dicho que sí, que es cierto, que cuando escribía los parlamentos de este par de personajes de la popular serie infantil lo hacía pensando en ellos como pareja. “No podía contextualizarlos de otra manera”, afirmó.



Así dijo en una entrevista para la revista Queerty, en la que agregó que hace muchos años oyó que un niño de preescolar le preguntaba a su madre si Beto y Enrique eran amantes. “Y fue divertido oírlo”, dijo Saltzman.



Indica ElTiempo.com que de hecho, Beto y Enrique (Bert y Ernie en inglés) están inspirados en él y su expareja Arnold Glassman. Saltzman y Glassman tuvieron una relación de más de dos décadas y que terminó en el 2003 con la muerte de este último.

“Yo era más como Enrique, el bromista y caótico. Mientras que Arnold, como editor de cine, era el ordenado. Llevé esa dinámica a los personajes”, aseguró Saltzman.

En su momento, y cuando hubo una petición en change.org para que los personajes se casaran en pantalla, los productores de Plaza Sésamo tuvieron que enviar un comunicado diciendo que “aunque se identifican como personajes masculinos y poseen muchos rasgos y características humanas (como la mayoría de los títeres de Plaza Sésamo), siguen siendo títeres y no tienen una orientación sexual”.

Pero sí, eran pareja y se la han pasado enseñando de tolerancia en la televisión desde el primer capítulo de Plaza Sésamo, el 11 de noviembre de 1969.