Una mujer denunció las dificultades que ha tenido que enfrentar después de un asalto del que fue víctima y en el que se le despojó de su cédula de identidad.

En un vídeo subido a las redes sociales, Leidy Laura Areche Collado expone que cuando fue a renovar el documento en La Romana le informaron que estaba “inhabilitada” para una duplicidad porque no aparece asentada en el Registro Civil debido a que, según ella, fue suplantada.



Sostiene que a pesar de que ha presentado constancia de documentos familiares, de los colegios y copia de cédula que había hecho anteriormente antes del robo para demostrar que su identidad fue suministrada a otra persona, no han podido resolverle su situación.



Dice que lleva en todo ese proceso 18 meses en el que se le han agotado todos los recursos y que el único medio que le quedaba era hacer la denuncia por las redes sociales.

“Yo no estoy trabajando actualmente, paga un abogado, cómo lo pago si no estoy trabajando, cómo hago lo que voy hacer si no estoy trabajando. Ya yo llevo un año y medio en esto y he agotado todos mis recursos, tratando de hacer lo que ellos (la Oficialía Civil) saben cometieron un error aunque me metan presa lo voy hacer”, dijo.

Para nadie es un secreto – continúa sus quejas – que aquí en República Dominicana va un haitiano, va un venezolano, un cubano, va una gente sin identidad y se la venden, entonces joden a otra gente que está trabajando tranquilo (…) yo no soy una mujer que se prostituye, yo trabajo dignamente, día a día y noche a noche. Yo quiero salir adelante”, dice Areche Collado quien se ve desesperada por su situación.

Afirmó que ha sido incluso detenida dos veces y se intentó apresarla una tercera en Bávaro.

Indica el Diario Libre que Leydy la persona que aparece con su nombre es “Gloria Celeste”, cuyo apellido, según ella, es de origen haitiano.

Citó a los empleados de Zuleikca Hermández y Angelo Holguín, de la Oficialía, quienes tienen su caso y a los que cuando llama nunca puede contactarlos.

Sostuvo que por no tener documentos ha tenido que rechazar ofertas de trabajo.

“Yo necesito que alguien me escuche, yo necesito mis documentos para trabajar (…)”, suplica.