Bruselas, Bélgica. Tras el visto bueno parcial de Londres, la Unión Europea (UE) abrió este miércoles a su vez la puerta al chino Huawei para el desarrollo de la red móvil 5G con condiciones muy estrictas, pese a los temores de Washington sobre seguridad.
Estados Unidos presiona a sus aliados para que excluyan a la empresa china del desarrollo de la 5G, acusándola de espiar para Pekín. Australia y Japón siguieron sus pasos, pero no así la UE ni los mercados emergentes como Brasil o India.
«Nosotros en Europa aceptamos a todo el mundo, pero tenemos reglas. Estas reglas son claras y exigentes», aseguró el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, al desvelar los planes europeos para la nueva red móvil.
Huawei celebró en un comunicado la decisión «imparcial y basada en hechos» de la UE, asegurando que «ha estado presente en Europa durante casi 20 años y tiene un historial probado en lo que respecta a la seguridad».
La Comisión Europea y los países del bloque elaboraron una guía de medidas no vinculantes para los gobiernos nacionales con el objetivo de prevenir cualquier riesgo de seguridad en el despliegue de las infraestructuras para la 5G.
La 5G, una nueva etapa en las prácticas de la comunicación móvil, permitirá conectar todo lo que actualmente no está conectado, principalmente objetos, en industrias, ciudades o en el ámbito de la salud.
Para «mitigar los riesgos de seguridad», la UE recomienda proceder a las «exclusiones necesarias (…) para los activos críticos y sensibles» como «las funciones de gestión y de orquestación de la red», explica la Comisión.
Los países de la UE están llamados además a vigilar que cada uno de sus operadores «dispone de varios proveedores» para «evitar la dependencia de cara a empresas consideradas de alto riesgo».
Huawei, número dos en el mercado de teléfonos inteligentes, se impuso en el desarrollo de internet móvil ultrarrápido frente a sus rivales como el sueco Ericsson, el finlandés Nokia y el surcoreano Samsung.
– Difícil de evitar Huawei –
Aunque Breton repite que «Europa no se queda atrás en la 5G», parece difícil que la UE pueda prescindir de Huawei. Industrialmente, dispone de un avance tecnológico sobre sus rivales y ya está presente en varios países.
Este avance justificó la víspera la decisión del gobierno británico de integrar Huawei en el despliegue de la 5G, pero manteniéndolo alejado de los equipos de riesgo, como la red central desde donde se controla todo.
Las recomendaciones de Bruselas llegan en pleno abanico de situaciones en la UE. España, Italia, Grecia o Polonia ya han previsto que los operadores utilicen Huawei en el despliegue, junto a Nokia y Ericsson.
En Alemania, donde la canciller, Angela Merkel, aboga por abrir la puerta a la empresa china contra la opinión de sus aliados, los operadores tienen hasta el 60% de equipamiento de Huawei en sus redes 3G y 4G, según varias fuentes.
Esta situación dificulta el desarrollo de una 5G sin equipos chinos, implicando la reinstalación de nuevos equipos 4G, especialmente, y por tanto un sobrecoste importante y un retraso en el despliegue.
En Francia, aunque existe una ley que prevé un control más estricto de los equipos de redes antes de su instalación para garantizar su seguridad, no hay disposiciones dirigidas específicamente al grupo chino.