Algunos de los locales lo llaman el árbol de la muerte o manzanilla de la muerte por la amenaza que supone a una persona desprevenida. De hecho, en muchas de las localidades donde se puede encontrar este árbol, que pertenece a la especie de Hippomane mancinella, hay avisos explícitos sobre el peligro que supone y los propios árboles se marcan con pintura roja.

¿Qué partes de la manzanilla de la muerte son venenosas?
El árbol de la muerte se diferencia de la mayoría de las plantas venenosas, en las cuales solo determinadas partes son peligrosas. La manzanilla de la muerte es venenosa por todos los lados, razón por la cual se recomienda evitar cualquier contacto con ella y el libro de Récords Guinness la calificó como el árbol más peligroso de mundo.



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Un árbol de la muerte marcado con pintura roja

La savia de Hippomane mancinella es extremadamente tóxica y rebosa de todas sus partes: hojas, raíces, la corteza y sus frutas, que se parecen mucho a las manzanas.
De hecho, no se recomienda ni siquiera estar debajo de este árbol cuando llueve. Ello se debe a que la savia de Hippomane mancinella es hidrosoluble y al mezclarse con el agua de las precipitaciones podría caer sobre la persona y dejar en la piel unas ampollas que se parecen a quemaduras.

Esta savia es tan nociva debido a la serie de toxinas que contiene. Se cree que las reacciones más adversas son causadas por el componente orgánico forbol, que pertenece a la familia de ésteres de diterpeno. Precisamente este componente hace que la savia de la manzanilla de la muerte se mezcle tan fácilmente con el agua.



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Un fruto del árbol de la muerte


Los efectos del veneno del árbol de la muerte

Los efectos adversos causados por el veneno de Hippomane mancinella dependen en gran medida de la forma de contacto con él e incluso pueden ser mortales para el ser humano. Así, el portal Science Alert destaca que el contacto y la ingesta de cualquier parte de este árbol pueden acarrear consecuencias fatales para el ser humano.

Uno de los mayores peligros proviene de sus frutas. La radióloga Nicola Strickland, quien tuvo la mala suerte de probar estas frutas, describió en su estudio los efectos que uno sufre al ingerirlas. El dulce sabor que se siente al principio es reemplazado por una sensación de quemazón y desgarre en la garganta, que llevan a su opresión.

Al final, la radióloga acabó teniendo un úlcera y edema grave de la cavidad oral y del esófago. Aparentemente, el posterior drenaje de las toxinas a los ganglios linfáticos causó el dolor cervical.
Además de los síntomas descritos por Strickland, el consumo de estas frutas puede resultar en intensos vómitos y diarrea que pueden llegar a deshidratar el cuerpo hasta el punto de no retorno. Curiosamente, este árbol supone un peligro incluso cuando es quemado, puesto que su humo puede causar lesiones de los ojos.

¿Para qué sirve el árbol de la muerte?

A pesar de lo peligrosa que es esta planta, la manzanilla de la muerte tiene una utilidad, tanto para la naturaleza como los humanos. En el primer caso, con el tiempo la Hippomane mancinella se convierte en un denso matorral que protege las costas contra los vientos. Además, protege las playas de América Central contra la erosión costera.

Al mismo tiempo, los carpinteros caribeños han usado la madera de este árbol durante siglos para fabricar muebles. Para evitar percances, ellos lo cortan con sumo cuidado y lo secan bien bajo los rayos del sol para neutralizar la savia venenosa.
Con información de mundo.sputniknews