A pesar de que paulatinamente se está retornando a una “nueva normalidad” en la que los adultos podrán iniciar alguna de las actividades que realizaban antes de la pandemia; para los más pequeños de la casa no es igual. Tienen dos meses confinados en sus casas, sin la posibilidad de salir a andar en bicicleta, jugar fútbol, correr o nadar con sus amigos. Para ellos, jugar y recrearse es de suma importancia para fortalecer su crecimiento físico y emocional.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) recomienda que los niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas. Sin embrago, en las circunstancias actuales puede ser todo un desafío.
Ante este panorama, los padres se cuestionan ¿qué hacer para que nuestros hijos se mantengan activos en casa y no se aburran en el intento? Lo primero para tener éxito en esta respuesta es crear rutinas y buscar una actividad divertida. “Siempre se puede habilitar un espacio para los niños. Si el espacio es pequeño, podemos hacer rutinas físicas como estiramientos o correr en el mismo lugar. También se pueden subir y bajar escaleras; pero lo más importante son las actividades recreativas como manualidades, cuenta cuentos, títeres, entre otras”, aconseja Ray Lara, subgerente del Body Kids de Club Body Shop.
Cuando se trata de los niños, la creatividad y la innovación son clave para captar su interés. Es importante recordar que a través del juego se preparan para la vida futura, sienten satisfacción al alcanzar metas, descargan energías y consiguen alivio a sus frustraciones. “Jugar es participar de una situación interpersonal en la que están presentes la emoción, la expresión, la comunicación, el movimiento y la actividad inteligente. Por lo que el juego pasa a ser un instrumento esencial en el desarrollo y potenciación de las diferentes capacidades infantiles”, afirma Lara.
Cada edad implica una etapa del desarrollo. El encargado deportivo infantil de Club Body Shop recomienda las siguientes actividades físicas para cada rango de edad:
Para los niños de 3 a 5 años es importante que varíen la actividad física cada 10 minutos, con una duración de 45 minutos a 1 hora de rutina completa. Los ejercicios más apropiados para este rango de edad son saltar obstáculos pequeños; trotar en el mismo lugar; sentadillas suaves; caminar; circuitos con ejercicios funcionales y baile.
Los niños entre 6 y 8 años también deben variar su actividad física cada 10 minutos. Para ellos caminar, trotar en el mismo lugar con intensidad; encestar pelotas a una larga distancia; saltar cuerdas, baile y ejercicios funcionales como sentadillas, marineros, squat, flexiones, plancha, burpees y tijeras, son ampliamente recomendados.
Los niños más propensos al sedentarismo están en el rango de 9 a 12 años. A estas edades es necesario trabajar el equilibrio, habilidad, resistencia y coordinación: correr si se tiene espacio; trotar en el mismo lugar; realizar juegos con papá y mamá de superarse entre ellos, como levantarse desde la posición sentados o pasarse la pelota rápidamente; ejercicios de relevos; abdominales; flexiones; trepar; saltar la cuerda; carreras de obstáculos; tratar de tomar objetos con los ojos cerrados, siguiendo indicaciones de otra persona.
Los padres deben ayudar a su hijo a encontrar un deporte o actividad que disfrute, y que se adapte a las condiciones del hogar. Mientras más disfrute la actividad, más probabilidades tiene de continuar. “Proporciónele un ambiente seguro. Asegúrese de que el equipo de su hijo y el sitio elegido para practicar el deporte o la actividad son seguros. Juegue con su hijo. Ayúdele a aprender un nuevo deporte”, aconseja Ray Lara.