Maritza Jiménez vive en una humilde casita levanta­da en un ‘parte atrás’ de la calle 42 del sector Capotillo, en el Distrito Nacional.

Días recientes, cuando agentes de policía se perso­naron en buen número en sus usuales prácticas de re­dadas anti delictivas, esta mujer dice haber vivido un mal momento.



Su casa fue una de varias que fueron objeto de regis­tros por parte de agentes de la Dirección Central de In­vestigaciones (Dicrim) y la Dirección Central de Anti­narcóticos (Dican).

Según Jiménez, duran­te este operativo personal actuante se llevaron varias cosas, entre estas una al­cancía que tenía su esposo y “hasta un jugo que esta­ba en la nevera se lo toma­ron”.



Los vecinos en protesta denunciaron que las brigadas de las direcciones de microtráfico de la Policía practican operativos, redadas y allanamientos de forma arbitraria./ Listin Diario

“Ellos llegan a la casa y todo lo desaparecen, no im­porta que sea un perfume, un reloj, una cadenita bue­na; hasta puertas de algu­nas casas del sector se lleva­ron los policías”, denunció Jiménez. Ante la queja del sector, un grupo de muje­res residentes decidió unir­se en reclamos e inició una marcha hasta la calle Nico­lás de Ovando, levantan­do pancartas y vociferando consignas contra el cuerpo policial.

Señala RAMÓN CRUZ BENZÁN en el Listin Diario que en la avenida Duarte con Ovando, las manifestantes hicieron allí una parada que género en un taponamien­to, por lo que la Policía tu­vo que intervenir para des­pejar la vía. A las mujeres se les prometió llevarlas ante el comandante la zona pa­ra que le plantearan la si­tuación.

Los vecinos de la 42 de Capotillo expresaron que los agentes han apresado a personas inocentes en ca­llejones de la barriada, y se quejaron porque, mientras tanto, “los verdaderos tí­gueres permanecen en sus casas durmiendo”. “Ellos sa­ben quiénes son los tígueres y quienes no son”, afirman. “La mayoría que se llevan al cuartel son inocentes”, dijo una joven que participaba en la manifestación con cartelo­nes en manos.