“Las mujeres y las niñas somos las que vivimos más inseguras en la República Dominicana porque al Estado de nuestro país, administrado por el partido que sea, no le interesa el tema de la mitad de la ciudadanía que somos, en especial las más pobres, que representan el mayor número”.

Así lo afirmó la investigadora especializada en Género y Desarrollo, María Jesús Pola (Susi), tras asegurar que ese no es un tema prioritario, ni de interés y tampoco de presupuesto.



Recordó que en el último Plan de Seguridad implementado en el país había un gran despliegue “estratégico” de policías en los barrios, sin embargo, aumentó la violencia en las casas y en las calles porque esos policías no tenían ni idea del fenómeno de la violencia de género contra la mujer y las niñas.

Dijo que los policías en su mayoría están codificados en el machismo violento y que son hombres de armas. Precisó, además, que es verdad que en el plan tiene que estar la Policía, aunque no sea experta, pero sí que esté sensibilizada sobre tema de las causales que eximen el crimen penalmente, así como establece la Constitución.



“La Constitución especifica que hay crímenes que no se pueden castigar porque fueron cometidos por estado de necesidad. Por ejemplo: la legítima defensa y como las tres causales del aborto”, expresó al ser entrevistada en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, que se transmite cada domingo por Antena 7.

La investigadora Susi Pola destacó que tiene muy poca esperanza en el nuevo Plan de Seguridad Nacional, porque a su entender, un plan preparado sin mujeres, sin conocimiento del tema o al menos sin la experiencia de los indicadores necesarios para identificar el problema grave de la violencia basada en el género contra las mujeres y las niñas en el país, no sirve para aplicarse a la totalidad de la ciudadanía.

Lamentó que cada vez se mantenga una indefensión aprendida, ya que siempre que se hace un plan pocos meses después se falsean las cifras y se dice que bajaron los feminicidios, la delincuencia y la violencia en general.

La experta dijo, además, que el feminicidio ha sido tipificado erróneamente desde el principio porque sólo se define el que es íntimo, a pesar de que en el país hay un gran porcentaje de feminicidios en los que las víctimas no conocen a los feminicidas.

Explicó que la razón es que no se están contando adecuadamente, solamente se da el dato y se hace un mal registro de estos. “Tenemos un subregistro muy grande y no hemos creado los indicadores necesarios para saber cuántos de esos homicidios de mujeres son feminicidios, que son la mayoría”, deploró.

La investigadora especializada en Género y Desarrollo considera que la contención para el crimen del feminicidio es simple de denunciarlo y bien difícil de establecerlo, porque se trata de desmontar la cultura machista y patriarcal en la que se vive desde hace por lo menos diez mil años.

Agrega que el desmonte cultural necesita mucha voluntad, sobre todo, la cultura patriarcal que es resistente, reciclable y estereotipante.

Dijo que sólo modificar esa estructura sociocultural que establece un imaginario en el que el hombre es el centro de todo de la vida, del universo, y encaminarse a un cambio de normas que establezcan la igualdad de oportunidades, el reconocimiento de las diferencias en todas las personas y su respeto, así como la desaparición de las brechas de poder entre hombres y mujeres en detrimento de la mujer, disminuiría en el mediano plazo y erradicaría la violencia en el largo plazo.

Citó al profesor Juan Manuel Cartagena: “Los crímenes cometidos por razones socioculturales, cuando llegan a una sociedad se quedan si no se transforman las causas que los producen”.