Los ciudadanos de Francia ya no estarán obligados a partir del 28 de febrero a portar la mascarilla en bares y restaurantes, así como en otros espacios cerrados que requieren el pasaporte sanitario para acceder, anunciaron este viernes las autoridades.

«El pasaporte de vacunación nos permite en un contexto en que la presión epidémica se reduce con fuerza (…) suprimir la obligación de llevar la mascarillas en establecimientos que reciben público», anunció a la AFP el ministro de Salud, Olivier Véran.



El tapabocas, cuyo uso en exteriores dejó de ser obligatorio el 2 de febrero, tampoco lo será en otros lugares cerrados donde se requiere el pasaporte de vacunación, como cines, bares, bares o ferias. En cambio, en los transportes será siendo obligatorio.

Francia continúa así en su desescalada de las restricciones sanitarias. A partir del 16 de febrero, está prevista la reapertura de discotecas, cerradas desde el 10 de diciembre, así como la asistencia a conciertos de pie y el consumo de nuevo en la barra del bar.



Según datos de las autoridades sanitarias, la propagación del covid-19 en Francia se ralentizó en la primera semana de febrero, con una tasa de incidencia un 29% menor, y la situación en los hospitales también está mejorando.