En ocasiones, cuando se inicia una relación de pareja, la fastidiamos una y otra vez de manera inconsciente. Consideramos que todo va viento en popa y que la otra persona está dando lo mejor de sí, por lo que nos castigamos por ser nosotros los que estamos metiendo la pata cuando en realidad no queremos hacerlo. Nos estamos constantemente autosaboteando.

Pero, ¿por qué ocurre esto?

Silvia Sanz, psicóloga y sexóloga, explica que el autosabotaje es una forma de manipularnos y un mecanismo de defensa que utilizamos para evitar un futuro sufrimiento o situaciones de incertidumbre, para mantenernos en un lugar ‘seguro’.



Ocurre sobre todo cuando estamos cómodos en nuestra zona de confort, donde todo nos parece más predecible y controlable, pero también por miedo o inseguridad.

«Esto nos lleva a tener pensamientos o realizar acciones que inconscientemente nos obstaculizan o impiden conseguir nuestros objetivos, que por una parte deseamos y por otra rechazamos por los cambios que implican», indica Sanz.



«El autosabotaje nos hace creer, sin darnos cuenta, que es mejor no avanzar y no realizar cambios para mantenernos en la posición que ya conocemos y en la que tenemos una sensación de falacia de control», expone la psicóloga.

Otros motivos
-Temor a sufrir en el futuro a causa del paso que estemos dando
-No saber manejar la incertidumbre de lo que sucederá después
-Falta de control sobre la situación
-Baja autoestima
-No sentirnos capaces de poder manejar situaciones nuevas
-Miedo al fracaso

El implicarnos en una relación y sentir, en muchas casos, puede ser positivo, pero estos actos de autosabotaje no nos permiten disfrutar de ello. Además, pensar que no estamos preparados para avanzar o comprometernos en una relación puede provocar que nos enfoquemos en todos los aspectos negativos de la misma. «O simplemente, en nuestros defectos o miedo a lo que pueda suceder después, imaginando escenarios poco probables que nos mantienen en ese paso previo a iniciar una relación más comprometida», apunta Sanz.

Por otra parte, las experiencias vividas en relaciones pasadas pueden motivar, de un modo inconsciente, aquello que tememos. Es decir, estaríamos adelantando los posibles escenarios que puedan suceder y sin darnos cuenta se convertiría en una profecía autocumplida.

Las consecuencias de esto –comparte Sanz– comenzarían por garantizar un sufrimiento durante la relación, además de estar provocando aquello que se teme. «Y lo que es peor aún, que ni se intente la relación por evitación o que se provoque un alejamiento del otro para no sentir que se toma la decisión». Al final, la frustración, la decepción y el fracaso estarían presentes y acabarían por mermar la autoestima.

¿Qué hacer para acabar con el autosabotaje?

La psicóloga manifiesta que el primer paso es ser consciente de que estamos saboteando la relación, pues darnos cuenta nos ayuda a identificar las causas. Estas pueden ser miedo al compromiso, a repetir patrones pasados, a evolucionar o simplemente dejarnos llevar.

«Una vez que sabemos qué es lo que nos bloquea, podemos dejar de desconfiar para abrazar la incertidumbre de amar al otro, sin juicios, sin excusas…», señala Sanz. Se trata de afrontar nuestros miedos de manera comprometida y asumiendo la responsabilidad que conlleva, que la mayoría de las veces es bastante gratificante. Así podremos disfrutar del amor con todos sus riesgos, pero también con todo lo bueno e intenso que trae. | Sandra Palacios – abc.es