Ucrania acusó este sábado a Rusia de lanzar misiles contra el puerto de Odesa, un día después de que Moscú y Kiev sellaran un esperado acuerdo para reanudar las exportaciones de grano, bloqueadas por la guerra sobre todo en esta terminal clave del mar Negro.

Dos misiles de crucero alcanzaron la infraestructura portuaria, ensombreciendo así el acuerdo histórico que ambos países firmaron por separado el viernes con Turquía y la ONU, en busca de aliviar la crisis alimentaria mundial.



«El enemigo atacó el puerto marítimo de Odesa con misiles de crucero Kalibr. Dos de los proyectiles fueron derribados por las fuerzas de defensa aérea. Dos impactaron en la infraestructura portuaria», precisó Sergii Brachuk, portavoz de la administración regional de Odesa. Hasta ahora Rusia no se ha pronunciado sobre esta acusación.

Al disparar misiles contra el puerto, el presidente ruso Vladimir Putin «escupió en la cara del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y del presidente turco, Recep (Tayyip) Erdogan, que han hecho enormes esfuerzos para alcanzar este acuerdo», dijo por su parte el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Oleg Nikolenko.



El funcionario ucraniano aseguró, además, que Rusia deberá asumir «toda la responsabilidad» si fracasa el acuerdo y se profundiza «la crisis alimentaria mundial».

Las reacciones no se hicieron esperar. Guterres condenó «inequívocamente» el ataque y enfatizó que «la plena aplicación (del acuerdo) por la Federación Rusa, Ucrania y Turquía es imperativa».

En la misma línea, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, tildó el ataque de «reprobable». «Golpear un objetivo crucial para la exportación de granos un día después de la firma de los acuerdos de Estambul es en particular reprobable y de nuevo demuestra el total desprecio de Rusia por el derecho y los compromisos internacionales», escribió Borrell en Twitter.

El convenio sellado en Estambul es el primer gran acuerdo entre las partes en conflicto desde que comenzó el 24 de febrero la invasión rusa y era esperado con ansias para ayudar a mitigar el hambre que, según la ONU, enfrentan 47 millones de personas adicionales debido a la guerra.

– 20 millones de toneladas de trigo –

 

Ucrania se negó a firmar directamente en el mismo documento con Rusia, por lo que ambos países firmaron acuerdos idénticos por separado con Turquía y la ONU, en presencia de Guterres y Erdogan, en el palacio Dolmabahce de Estambul, en el estrecho de Bósforo.

«Hoy hay un faro en el mar Negro, un faro de esperanza, un faro de alivio», declaró Guterres poco antes de la firma.

Erdogan, pieza clave en la negociación, dijo esperar que el acuerdo «reviva el camino a la paz».

Antes de firmar, Ucrania advirtió que daría «una respuesta militar inmediata» si Rusia viola el pacto y ataca sus barcos o incursiona en sus puertos.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha dicho que la ONU deberá velar por el cumplimiento del acuerdo, que incluye el tránsito de barcos con granos ucranianos por corredores seguros para evitar las minas en el mar Negro.

Hasta 20 millones de toneladas de trigo y otros granos están bloqueados en los puertos ucranianos, sobre todo en Odesa, por buques rusos de guerra y las minas que puso Kiev para evitar un ataque anfibio.

Zelenski estima el valor de las existencias de granos de Ucrania en alrededor de 10.000 millones dólares (unos 9.800 millones de euros).

 

– Ataque en centro de Ucrania –

 

Tras la firma, las potencias occidentales exaltaron el acuerdo y urgieron a Moscú a acatar sus disposiciones.

La Unión Europea (UE) pidió una «rápida aplicación» del acuerdo, mientras la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, aseguró que Londres «estará vigilante de que Rusia cumpla su palabra».

Por otra parte, la UE teme que Rusia comience a usar su control de las exportaciones energéticas como arma geopolítica en su disputa con Occidente.

El acuerdo sobre granos fue firmado un día después de que Rusia reinició la operación del gasoducto Nord Stream. Pero analistas advierten que el suministro de gas sea insuficiente para evitar una escasez energética en Europa el próximo invierno.

En el terreno, Rusia intenta tomar el control total de la provincia de Donetsk y de la vecina Lugansk. Ambas regiones conforman la región del  Donbás, en el este de Ucrania, que vivió otro día de bombardeos intensos.

En el centro de Ucrania, al menos tres personas, entre ellas un militar, murieron y otras nueve resultaron heridas este sábado durante un ataque ruso con misiles contra infraestructuras ferroviarias y un aeródromo militar en Kirovograd, según el gobernador de la región, Andriy Raikovych.

El viernes, Estados Unidos aprobó otros 270 millones de dólares (264 millones de euros) en ayuda militar a Ucrania, incluidos sistemas de misiles de precisión, munición de artillería y puestos blindados de comando de vehículos.