Los precios del petróleo cayeron el miércoles lastrados por un descenso de reservas comerciales en Estados Unidos menos importante de lo previsto.

El precio del barril de Brent del mar del Norte para entrega en septiembre bajó así 0,21% a 79,46 dólares en Londres.



En tanto, el barril de West Texas Intermediate (WTI) para agosto perdió 0,52% a 75,35 dólares.

Los precios abrieron al alza pero el informe semanal de la Agencia estadounidense de información sobre energía revirtió la tendencia.



En la semana que terminó el 14 de julio, las reservas comerciales cedieron 700.000 barriles, menos de un tercio de los 2,5 millones de caída esperados por los analistas, según el consenso reunido por la agencia Bloomberg.

La diferencia entre las cifras publicadas y las previsiones se explica, en parte, por un ajuste estadístico, que agregó 5,7 millones de barriles (mb) a los volúmenes volcados al mercado durante la semana considerada.

Estos ajustes periódicos permiten a la EIA corregir aproximaciones realizadas en semanas anteriores.

Las reservas estratégicas estadounidenses no sufrieron cambios.

Para Edward Moya, analista de Oanda, estos datos «decepcionantes» pesaron sobre los contratos a futuro.

En cambio, para Bart Melek, de TD Securities, «estas cifras no constituyen una ruptura que habría justificado un alza o una baja» de precios.

Señal de que la demanda estadounidense es percibida como firme, el principal contrato a futuro para la gasolina subió el miércoles a un máximo en un año.

Otro elemento de presión sobre los precios, las exportaciones rusas de productos refinados podrían terminar en julio en un máximo en tres meses, según Bloomberg.

Para Moya, Rusia podría verse tentada a preservar sus ingresos del petróleo en momentos en que el conflicto con Ucrania se intensifica, a pesar de haber anunciado recortes de producción.